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Música

Romano: el hijo del fascista que acabó tocando con Duke Ellington

Benito Mussolini prohibió el jazz en su país. ¿El resultado? Su hijo se hizo pianista de jazz y terminó tocando con Duke Ellington.

¿Qué pasa cuando prohíbes el jazz en tu propio país? Tu hijo se vuelve un jazzista de primera categoría. Porque, claro, así deben ser las cosas, ¿no? Pero bueno, honestamente no creo que a Benito Mussolini le haya molestado tanto este hecho. En realidad podría decir que prohibió el jazz a regañadientes después de ver que su aliado (¿y amigo?) Hitler prohibió este tipo de música en Alemania después de caracterizarla como “de negros y de judíos”. Pero al igual que Berlusconi (porque junto a él son dos de los políticos italianos más famosos en la historia), Mussolini tuvo una relación con la música muy particular. Era un amante de ésta, se sabe bien. Posaba en fotografías sosteniendo un violín; se sabía que lloraba al escuchar sinfonías, óperas, y que también era un amante apasionado del jazz. Su política cultural fue mucho más relajada que la de los alemanes, y en cierto sentido, hasta contradictoria.

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Por ejemplo, Bela Bartók, compositor húngaro que siempre condenó el fascismo, al igual que Paul Robeson y el grupo coral Fisk Jubilee Singers, quienes eran negros, e incluso el violinista judío Yehudi Menuhin, participaron en diversos conciertos en la Italia de Mussolini. Fue algo así como Luis Echeverría en los setenta: persiguiendo “comunistas” en México, pero abriendo las puertas a quienes huían de las dictaduras sudamericanas precisamente por ser comunistas. Pero con el tiempo las cosas se le pusieron más duras a Mussolini y pues tuvo que seguir los pasos de su amigui Hitler. Para 1938 pasó una ley conocida como Leggi Razziali en la que ya tuvo que poner las cosas más agresivas en contra de los judíos principalmente, pero también ante cualquier cosa que no fuera italiana o bueno, ya saben, diferente.

Así pues, el jazz fue totalmente prohibido. Louis Armstrong pasó a ser Luigi Fortebraccio y Benny Goodman, Beniamino Buonomo. No bromeo. La presión internacional, o mejor dicho, la llegada de los Estados Unidos a la Guerra, forzó a Mussolini a tomarse las cosas más en serio y pues bueno, el resto es historia.

Sin embargo, ante estas medidas, las cosas en la familia Mussolini no cambiaron mucho. Vittorio, el segundo hijo de Il Duce, era un amante de la música, y entre ella, del jazz. Romano, su hermano más joven, comenzó a interesarse por este tipo de música y eventualmente, después de escribir críticas y reseñas de jazz, acabó convirtiéndose en el jazzista italiano más famoso en los años de la posguerra.

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Es curioso pensar que el hijo de una de las figuras más controversiales en la historia reciente acabara tocando música junto con Duke Ellington y Ella Fitzgerald. Es decir, ¿el hijo de Hitler pudo haber hecho lo mismo? ¿Qué fue lo que hizo que Romano llegara a la fama sin ser juzgado por ser hijo de Mussolini? Pero fuera de todo ello, ¿está mal? Es decir, ¿se le puede juzgar? ¿El ser hijo de Mussolini te impide ser jazzista, astronauta o albañil? También pensémoslo: su nieta, hija precisamente de Romano, es parte de un partido de derecha y miembro del parlamento italiano. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Es normal?

Al terminar la guerra, Romano comenzó a tocar bajo el pseudónimo de Romano Full. Comenzó a tocar en festivales de jazz dentro de Italia, precisamente en el Festival de San Remo. Bajo este perfil conoció a Chet Baker y de ahí saltó a la fama. Esto hizo que para la década de los sesenta retomara su nombre y llamara a su agrupación Romano Mussolini All Stars. Sacaron varios discos y Romano se fue de tour por, podría decirse, casi todo el mundo. El muchacho se convirtió en un rockstar y llegó a casarse con la hermana de Sofia Loren, Maria Scicolone. De ahí salió la tal Alessandra Mussolini.

El caso es que Romano logró quién sabe cómo deshacer la relación entre su figura musical y la figura de su padre. Realmente me cuesta muchísimo trabajo no sólo imaginar a un Hitler Jr tocando el piano o qué sé yo al lado de Duke Ellington, Ella Fitzgerald o Miles Davis (aunque Romano nunca tocó con él, sí sus canciones). No lo hago porque a mi parecer la presión histórica con la que carga ese apellido, le impediría siquiera intentarlo, creo. Pero Romano se la tomó con calma, parece ser, y logró justamente crear una carrera basándose en sus capacidades artísticas (porque también pintaba payasos) y no en su apellido… como muchos hacen en muchas ocasiones. Sólo que en este caso, las cosas no habrían podido funcionar muy bien para él.

Es aún más curioso lo que se escribe sobre el funeral de Romano. En él, se dice, sonaron cantos fascistas, jazz y música góspel. Podría decirse entonces que fue un buen resumen musical de su vida, aunque parece ser que Romano no fue fascista en lo absoluto, pero pudo convertirse en una figura adorada por aquellos que todavía añoran a Il Duce. En cualquier caso, ¿qué se puede pensar de esto? ¿Qué se puede pensar de Benito permitiendo el jazz dentro de su casa pero prohibiéndola en su país? De nuevo: ¿está bien? ¿está mal? ¿es normal? ¿Debieron de habérsele cerrado las puertas sólo por su apellido? No. Romano logró abstraerse de todo el rollo megalomaniaco de su padre y logró hacerse de una carrera musical que muchos pueden envidiar.