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Música

Grace Jones es Jean Paul Goude: la pareja más exitosa de la historia

Si recuerdan a Grace Jones, recuerdan su imagen más allá de la música. El responsable de ello es un diseñador francés de un talento indescriptible.

¿Qué tanto le puede deber una mujer negra que consiguió su estrellato al final de los 70’s a un hombre francés que hasta la fecha sigue siendo innovador? O mejor dicho: ¿qué tanto le dieron al mundo?

La relación entre Grace Jones y el diseñador francés Jean-Paul Goude (cuyo encasillamiento como "diseñador" es injusto, dado el tamaño de sus talentos) es una de las más desconocidas, y a la vez más reconocidas, en el mundo: una que hacía música que quedó en la imaginación del público siempre en segundo lugar, opacada por la imagen y el estilo que Goude siempre dio a la carrera de Jones. Al menos, durante sus mejores años.

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La música de Grace Jones es un avant-pop con toques revolucionarios, sin mucho más que agregar. Nunca pierde la guía del sintetizador, que estaba tan de moda en aquella época. Su letras siempre fueron muy simples y directas: "Ámame, ámate, vive la vida". Nada muy diferente a la poesía de artistas pop actuales.

En el caso de artistas como Grace Jones es difícil saber si nos gusta por su música, su imagen, morbo o el conjunto de todo ello. El tema aquí es que Jones puede ser admirable por haber sido una artista fuera de lo común, pero toda su imagen, todas sus coreografías, toda su persona fue creada por Jean Paul Goude.

Es indiscutible que el aspecto de Jones es algo que nos llama la atención. Luego dudamos si es hombre, mujer o travestí. Proveniente de Jamaica, creció en una familia extremadamente conservadora. Es poco sorprendente que ella corriera hacia el otro extremo con su desnudez sin filtro y su estilo icónico, sus miles de atuendos modernos y su colección de hoodies satinados. ¿Su recuerdo favorito? Cuando se apareció en pelotas a una fiesta.

Pero su apertura sexual era precisamente lo que alimentaba su relación con el artista francés. Jones amaba la fiesta y cualquier polvito que cayera de los cielos en Studio 54 y Goude le seguía cada paso. Trabajaron juntos muchos años: Goude se encargaba de cuanta chichi se le podía escapar en sus shows, qué tanto tenía que aplaudir con sus nalgas y creó una de las mejores portadas en la historia, para su disco Jungle Fever, previo al uso y desengañado de photoshop.

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Goude no hizo de Jones una modelito con un perfil común, a pesar del color de su piel y su majestuosa apariencia con casi 2 metros de altura. Jones fue siempre una mujer que se defiendía del mundo retando la masculinidad. No por nada dijo en una entrevista que una solución para llegar a la paz mundial sería que los hombres fueran penetrados.

Es difícil saber si la fama de Jones es gracias a la manipulación de imagen de Goude o gracias a su personalidad sin filtro. Como muchas relaciones, uno no funciona sin el otro. Pero la tan expresiva masculinización de Jones, junto con su envidiable puesto de la amante y musa de Goude, terminó cuando quedó embarazada. Los bebés quitaron toda la sensualidad a esa relación y la suya se fue directo a la ruina después de que el pequeño mulato, llamado Paulo, llegó al mundo.

Las imágenes de Jones han sido usadas y reusadas por revistas, estudiantillos hipsters de moda buscando la inspiración más ecléctica y original, y hasta la fecha conserva su imagen.

La pequeña Jones, que tenía un afro de chica, creció a ser una estatua de bronce que su amante usaba como un lienzo donde habitaban Warhol, Mondrian, David Bowie, Keith Harring, Bauhaus y uno que otro güey mamado.

Los videos abusaban de la modernidad de esta época: close ups, tomas que giran en círculos, fast forward, collages, imágenes sobrepuestas, escenarios surreales, coreografías minimalistas y lo que podría parecer una presentación elaborada de Power Point.

Looks tan multifacéticos y atrevidos que hasta Rihanna y sus pezones se quedan cortos. Ni hablar de las tangas monótonas de Miley Cyrus. Goude nos demostró el arte tras la persona y la desnudez de Jones. Salió en Playboy antes de que Lindsay Lohan lo usara como su salvavidas, usó más sombreritos raros que cualquier realeza inglesa, expuso su cameltoe antes de que existieran los jeans noventeros y cantó con una red en los ojos antes de que Lady Gaga se colgara en un vestido de encaje rojo (tristemente como parte de un show).

¿Qué parejas quedan en el mundo de la fama que pudieran ser comparables? La música de Jones no contenía mensajes profundos, y el desempeño visual de Goude no es ningún secreto. Simplemente los dos ejecutaban su idea a la perfección y lo hacían para ellos. Innovaron y lo hicieron con un balance estético sin tratar de responder a la peticiones del publico.

Aquí la primera parte de un documental que resume la gran carrera de Jean Paul Goude: