Las diez mejores canciones sobre ketamina

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Pese a todas las advertencias —hace que vomites todo lo que hay en tu estómago; convierte a tu vejiga en orina luminosa; mata gente— existen varias personas que siguen amando meterse un poco de tranquilizante de caballo, o ketamina, por la nariz hoy en día. Y eso no es necesariamente un problema. Si sentir tu cuerpo completamente dormido, el síndrome de las patas locas, la disociación, y sentir que se te trepó el muerto encima hacen que te sientas, como el viajero del K-Hole setentero John C Lilly alguna vez dijo, "un voyeurista de las puertas de la eternidad", entonces adelante. Lo que te metas en tu cuerpo es completamente tu decisión. Agarra la rienda y déjate ir.

Y, justo como con cualquier otra droga conocida por el hombre —mota, cocaína, el amor— existen cientos de canciones dedicadas a las delicias y penas de meter tu nariz en un tazón cósmico de "arrepentamina". La única diferencia es que, a diferencia del amorío que tiene el éxtasis con la música electrónica, o el amplio espectro de la psicodelia, las canciones que tienen que ver con la ketamina nunca se han categorizado dentro de su propio nicho auditivo, como una linda playlist para dar el bajón.

Así que, con eso en mente, decidí tomarme a la muy vital, relevante, e invaluable tarea de buscar canciones que hablaran específicamente sobre los efectos del polvo de ponys en los seres humanos. Si esta lista no logra ser parte del próximo disco dorado del Voyager, para que futuras civilizaciones reflexionen sobre las múltiples facetas de la humanidad, entonces estaré muy decepcionada.

Adentrémonos suavemente con este clásico, cortesía de dos titanes de la música electrónica británica. Dig Your Own Hole es un álbum legendario, el cual incluye la brillante joya de funk de aquí arriba. “Lost in the K-Hole” es como sentir que te encuentras atrapado en un limbo que únicamente repite los últimos sesenta segundos de tu vida, y ves todo pasar frente a tus ojos, hasta que te despiertas y te das cuenta que sólo estabas muy drogado.

Técnicamente, esta canción es sobre todas las drogas, pero la ketamina recibe un nombramiento especial, y fue grabada en el 2003, mucho antes de que todo el mundo se empezara a volver loco por la keta, y las fiestas caseras se convirtieran prácticamente en farmacias veterinaras. Lo cual convierte a Blur en vanguardistas que ayudaron a permerar los tranquilizantes en la cultura pop. Digan lo que quieran sobre Blur, pero eran bastante conocedores sobre sus drogas. Probablemente porque es muy dudoso que haya alguien más nefasto cuando está drogado que Alex James.

Énfasis especial debería ponerse a las torcidas letras, como “my sickened pony/fucked up shoes” y “I dreamt one thousand basketball courts”. En el lado amable, le dieron en el clavo a la experiencia disociativa de viajar, y la instrumentación también es como, medio, darte tres llaverazos de polvo, hasta que ya no te puedes mover. Así que aplausos por el realismo.

Wow, Clap Your Hands Say Yeah realmente se rebelaron en esta canción. ¿Dos substancias en una canción Y le falta una coma a su nombre? ¿Bueno? ¿Policía? Sí, ¡quiero reportar a unos individuos que se están rebelando sin causa!

Firmados en su propia disquera y ricos gracias a eso, NOFX prácticamente describe su vacación ideal como un chapuzón de 18 horas dentro de una montaña de polvo. ¿El único pedo? El destino es "algún lugar entre el Edén y el norte de Utopía", y no hay motivos, sólo un vacío existencial medio aburrido. Pero “Mrs Kitty Ketamine” es un buen apodo. Suena como la hermana chica y desmadrosa de Pussy Galore, después de que se hizo expansiones y se unió a las Suicide Girls.

Felicidades si sabías que “space kitten” es uno de los muchos pseudónimos de la keta. Pero qué oso si lo usas en una conversación.

Contrario a lo que creía en secundaria, esta canción definitivamente no es sobre los beneficios del cereal bajo en grasas, y su analogía hacia un romance ("You come on just like Speical K!"). El video es increíblemente dosmilero: disfraces tipo Matrix, una trama que no tiene nada que ver con la canción, CGI espantoso —es casi como la obra maestra que es el video de "Take On Me" de A1. Lástima que A1 no estaba cantando una oda a los anestésicos equinos, sino un cover horrible que hizo que se convirtieran en una banda completamente olvidable.

El DJ, astrofísico, diseñador gráfico y demente Kissy Sell Out no sólo le hizo un remix a una de las canciones de dance más famosas que se han escuchado salir de un deck, sino que además hay una gran historia detrás: aparentemente estaba en el mismísimo bar que VICE tiene en Londres, The Old Blue Last, cuando aparentemente un punk le dio lo que él creía que era un pase, pero que resultó ser keta, y todo se fue al carajo rápidamente, porque tenía que tocar en un rave poco tiempo después. Y la historia sólo se pone más loca a partir de ese momento.

“The Prayer” habla sobre la falsa confianza que te dan tanto la keta como el MDMA, pero vean el video en el que están pegados al sillón mientras la gente baila y se agarra a su alrededor, y díganme si no están ahí involuntariamente porque la gravedad ya no es algo que pueden combatir.

Sólo un verdadero K-head pensaría en reversionar esta canción. Brillen, mis pequeños diamantes. #KETAparatodos