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Música

“Siempre tengo un ojo en el futuro”: una conversación con la ganadora del Grammy, St Vincent

Annie Clark es tan ambigua e hipnótica como sus canciones.

Foto de Ben Thomson

Esta entrevista apareció originalmente en i-D.

Desde su debut en 2007, con el álbum nombrado -maravillosamente- Marry Me, Annie Clark de St Vincent ha mostrado la facilidad con la que puede cambiar de tema. En los cuatro álbumes que ha hecho desde entonces, sus reflexiones oscilan tan rápidamente como mucha gente cambia de atuendo. Todo mientras induce al oyente con dulces palabras y los reta con su voz inteligente. El álbum del año pasado, St Vincent, fue Clark en su versión más visceral. Nos advirtió de falsos profetas, mesías digitales, y esos que te romperán el corazón. Y como todo su trabajo, este contaba historias y daba opiniones, pero nunca pretendía el sermonear o lamentarse. Fue la interpretación de una artista de la mejor forma y asegurándose que el oyente fuera el personaje principal.

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Tus presentaciones son hipnóticas, pero parecen ser muy emocionales. ¿Es difícil mantenerte física y emocionalmente así para cada presentación?
Lo mejor de estar en tour es tener una salida para toda esa energía, ya sea emocional o física. De hecho es más difícil no estar de tour. Hay un arco natural y dramático en un día.

¿Cuando no estas en el escenario tienes que encontrar otra manera de ejercitar esa energía?
Sí, sí tengo que. Tengo muchas maneras.

¿Qué es lo que haces?
Cosas de las que no hablas.

¿Te cansas de tus propias canciones?
No, no lo hago. Digo, siempre me emociono por la siguiente cosa creativa que venga próximamente. Siempre tengo un ojo en el futuro. Las canciones son físicas y divertidas, y los shows son físicos. Todo el punto es convertir esto en una experiencia inmersiva para la audiencia, y como resultado tiene el efecto de mantenerme ocupada.

¿Cuál fue la última actuación que viste que tuvo resonancia en ti?
Swans, verlos es algo muy elevado. Es una actuación realmente monolítica y tiene el efecto de ser legítimamente espeluznante. Hay un compromiso a no solo la música, y no solo la actuación, pero la cantidad de esfuerzo físico que toma tocar así de duro por tanto tiempo. Es el bastardear de la meditación trascendental.

Cuando ves un show como ese, ¿puedes perderte en él o te encuentras a ti misma pensando en tu propia actuación?
Estoy totalmente sumergida, pero lo que hace es que me recarga. Aumenta mi adrenalina y agresividad, me hace querer tocar. Digo, en ciertas veces y en ciertas tocadas terminas siendo más fisicamente violento que en otros. Y ese exorcismo en particular, cuando sucede, es verdaderamente gratificante para m

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¿Cuando tocas es una expresión de energías internas o reaccionas según la audiencia cada vez?
Varía de show en show, he tenido la experiencia de estar en el escenario y estar súper presente emocionalmente, muy ahí, y en el cuarto, y realmente sentir a la gente. Es una cosa intuitiva que no sabes muy bien como explicar. Esencialmente termina sonando muy new agecuando lo intentas.

¿Cuando tienes momentos así, y tienes este sentido de conexión, se siente como una confesión?
Creo que a veces, cuando la gente describe la música como confesional, es un término que relegan a las artistas femeninas. No suelo escuchar mucho en relación a los hombres. Y creo que hay algo ligeramente peyorativo acerca del término "confesional". Lo que hace es que da por sentado de una manera sexista esta idea que está arraigada en la cultura, sobre que a las mujeres les falta imaginación para escribir sobre otra cosa que no sea una narrativa exacta y literal de sus vidas. Y eso no es cierto.

Cuando la gente escucha la música de una mujer, ¿se adentran con una mentalidad distinta a que si lo hicieran con un hombre?
No lo sé, cuando veo a la gente hablar sobre música confesional siendo terapéutico, usualmente es en relación a la mujer, más que al hombre. Realmente creo lo que dije antes, creo que es un tipo de sexismo sutil donde la gente asume que las mujeres "son más emocionales" o "más intuitivas" y sobre que solo pueden escribir sobre sus emociones en lugar de sus ideas.

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Obviamente estas haciendo el tour de prensa y entrevistas y debes escuchar muchas reflexiones distintas acerca de tu música. ¿Existe alguna que escuches una y otra vez que haga eco en ti?
Todos estamos en una situación donde vemos nuestro reflejo en una versión digital. Todas las personas, no importa lo que hagan, a menos que estén completamente fuera del internet, lidia con eso. Todos tiene esta versión de realidad alternativa de sí mismos. Y dependiendo lo que hagas, es la cantidad de reflejos que tienes de eso.

Sucede que soy un músico, así que parte de mi vocación es estar enfrente de la gente, haciendo estas cosas para la prensa, y esencialmente ser la portavoz para mi música. Y me siento bien con eso -no me siento en conflicto en lo absoluto. Realmente no me siento más diferente que cualquier otra persona que entrar a este cuarto digital de espejos distorsionados. Creo que la cosa que al final importa, y por lo que me siento más afortunada es que he tenido una cantidad de álbumes que he desarrollado y que me han convertido en lo que soy hoy. Cuando leo algo que siento no refleja lo que soy no me importa. No me afecta. Sé lo que soy y lo que soy capaz de hacer. No es mi problema lo que otra gente piense de mí.

Y supongo que aplica también para la música, cuando la gente escucha tu álbum escuchan lo que quieren escuchar. Es tanto una reflexión personal de sí mismos tanto como lo que tú aportas.
Eso es lo milagroso, comienza en una base y puede terminar de muchas maneras. O realmente no hay un punto final porque estas revisando todos los exponentes y te estas involucrando en la vida de las personas y los deseos de otras personas. Es bastante cómico y reafirmante.

Pasas mucho tiempo teniendo estas conversaciones con gente extraña y que nunca conoces. ¿Alguna vez quisieras que alguien te hiciera una pregunta o tocara un tema en específico?
No especialmente, pero sí hay un par de cosas importantes: una, honestamente preferiría hablar de la vida de otra persona que la mía, pero me di cuenta que esa no es la cuestión, no es por eso por lo que nos encontramos hablando, y eso es muy desafortunado.

Digo, no desafortunado. Es genial que quieras hablar conmigo. Aunque no amo hablar acerca de mí, tampoco soy tan arrogante o tengo derecho a quejarme acerca de. (Risas)Mucha gente palea mierda para vivir, así que me siento feliz de hablar sobre lo que hago.

Me gusta eso, creo que es una manera muy abierta de verlo.
Sí, muchos artistas jóvenes con los que hablo claramente piensan y sienten que la prensa los daña, y que no necesitan hacerlo más. A veces solo quiero sentarme con ellos y decir: ¿Quisieras una carrera o no quisieras una carrera? Porque si quisieras una carrera, entonces deberías empezar a contestar el teléfono.