¿Qué dice Zurdok después del Vive Latino?

No quiero amarrar navajas, pero, según yo, es prácticamente imposible comparar a Zurdok (otrora Zurdok Movimento) con el resto de sus paisanos que también fueron metidos en esa gaveta que la prensa noventera denominó como "Avanzada Regia".

Según yo, esta teoría pude comprobarla en la pasada edición del Vive Latino: mientras Clemente Castillo, vocalista de Jumbo, salió al escenario con un look con el que insiste en parecer mesero cool de algún bar de tapas de Williamsburg, Chetes de Zurdok, sin empacho y como buen rock star por encima de los mortales, tuvo los huevos de ponerse una blusa blanca con una elasticidad de lycra a la que le colgaban unos destellantes flecos del brazo izquierdo. Ni Daniela Romo o Marisela en el Auditorio Nacional tienen la valentía de usar un atuendo tan inolvidable.

Desde sus inicios, en Zurdok merodeaba un talento peculiar que los colocaba un paso adelante o más en la tendencia musical de su época. Sensibles con las posibilidades de la guitarra y nada temerosos para incorporar sonidos que bien pueden provenir de un cuarteto de violines sampleados, este cuarteto regiomontano marcó a toda una generación en la segunda mitad de los 90 con sus tracks irresistibles e impredecibles, y unas letras cuyas sílabas sincronizaban matemáticamente con cada nota musical. Palabras moldeables como de arcilla.

Sí, soy un fan cursi de Zurdok. Empecé a ir a los departamentos de primeros ligues sobretodo con el Hombre Sintetizador, rituales promiscuos que oficializan tu salida del clóset.

Por eso, cuando Lucas me propuso acompañarlo a entrevistar al Zurdok no dudé. Para fortuna o desgracia mía, me senté a centímetros de David Izquierdo, para mí el más cachondo de todos los Zurdok.

¿Les costó trabajo volver a encontrar el sonido Zurdok entre ustedes cuatro después de todos estos años?

Chetes: Creemos que Zurdok no tiene un sonido especial o específico. Más bien hay varias formas de la banda, Antena tiene una onda, Hombre Sinte otra, Maquillaje otra cosa totalmente diferente. Más bien tratamos de enfocar las cosas para que sean espontáneas y que nos prendan en el momento en el que lo estamos haciendo, sin estar preocupados porque suenen al disco anterior. Creo que con las personalidades de cada uno, que son muy distintas, es como se alimenta eso que puede ser el sonido, que surge a la hora de estar todos juntos y empezar a grabar el disco.

¿Cómo fueron planeando el show en vivo, desde los visuales, la selección de canciones, etc?

David Izquierdo: Yo empiezo con las canciones. Por ser un festival, el Vive Latino, había una limitación de tiempo, que era una hora. Lo primero fue, entre todos, hacer una lista de todas las canciones que queríamos tocar, por supuesto esa selección se pasaba de una hora. De nuevo, entre todos empezamos a tachar algunas rolas, decidiendo cuáles por tiempo no podían entrar. Ya que teníamos un paquete más conciso, teníamos que ponerlos a prueba de cronómetro para no pasarnos de la hora estricta, para checar y ajustarnos a los horarios del festival. Ahora no fue un proceso complejo, más o menos rápido llegamos al set list que escucharon en el primer día del Vive Latino. De hecho acabamos muy contentos, hemos escuchado que a la gente le pareció un muy buen espectáculo.

Catsup: El criterio principal para escoger las canciones, era estar consciente que nos íbamos a reencontrar con un público de aquel entonces, y por otro lado, tocar frente a una audiencia nueva, gente más joven. Entonces era más bien como escoger las canciones más sonadas, las que más conocía la gente, más que escoger rolas más extrañas o menos conocidas que la verdad son nuestras favoritas, pero sabíamos a lo que íbamos en el vive, entonces esas canciones raras, largas o experimentales las estamos guardando para cuando hagamos un show nosotros solos, que será en el Metropolitan el 30 de mayo, y ahí sin la limitación de tiempo y compartir el escenario con otras bandas. Ahí sí vamos a poder darle gusto tanto al público como a nosotros. Y sabes que el público que irá al Metropolitan es porque irá a vernos con todo y nuestros debrayes, entonces nos sentimos con la confianza de tocar canciones no tan conocidas, y seguro será emocionante.

Chetes: En lo visual queríamos algo sencillo, que fuera fácil de llevar a todos lados y nuestro productor de escenario, Gerardo Ponce, sugirió hacer estas como mantas, que es un material que se dobla y que se puede meter en una maleta, a pesar de que son enormes. No sabíamos cómo se iba a ver pero al final me gustó mucho la combinación de la manta y pantalla en la que pasaban los símbolos del grupo. Básicamente queríamos un concierto que no fuera tampoco súper visual, como esos que traen tanta producción de pantalla que parece más bien que estás en el cine. Queríamos que hubiera una imagen pero que esa no robara todo el atractivo visual.

Catsup: Trabajamos con Luis Bañuelos, un ilustrador buenísimo de Monterrey, un buen compa, él nos hizo las ilustraciones que a los cuatro nos encantaron.

David Izquierdo: Hubo algo muy padre, de forma orgánica con esas mantas. Porque quizás resulte un tanto absurdo usar una manta en concierto de niveles como el Vive Latino habiendo tecnología para usar las posibilidades de una pantalla gigante, en la que incluso puedes usar animaciones, pero igual hubo algo como old school de tener un telón y una manta, muy sencilla, como teatral.

¿Qué canciones les hubiera gustado tocar y que no pudieron por las circunstancias del Vive?

Chetes: "Al final", que tiene precisamente un final muy largo… "Sin explicación", una de nuestras favoritas. "Amanecer" también es una de la que nos estamos pelando por tocarla en vivo. Pero ya las escucharán en el Metropolitan.

Estoy ardido de que no tocaron "Platique con mi pistola".

Chetes: Yo ahí sí tengo un comentario. Tengo un problema con esa letra, quizás los demás no pero siento que es una apología de la violencia que le hace mucho mal a México por el momento que está pasando. Si me preguntaran de qué canción estoy arrepentido de haber compuesto, diría "Platique con mi pistola". No sé si precisamente arrepentido, pero siento que no tiene nada positivo para mí, el mensaje. Digo, no pasa nada y es solo una letra, pero es más cómodo para mí no cantarla.

David: A mí me parecía al contrario, que bien puede ser una crítica a la violencia, pero la cosa es que todos estuviéramos a gusto, así que surgió esa duda de tocarla pero ante el descuerdo, preferimos no.

¿La tocarán en el Metropolitan?

Chetes: Yo creo que esa no.

_Catsup:_ También es cierto que estamos más contentos con la etapa posterior de la banda que con la inicial.

¿Cuándo piensan volver al estudio?

David Izquierdo: Aún no sabemos, pero en teoría debería ser a finales de este año. Vamos a tener tiempo para prepararlo bien. A pesar de la gira, tenemos un ritmo muy cómodo para hacer las cosas que queremos y no quisiéramos perderlo, sobre todo para hacer un álbum bien y no al aventón. Desde hoy ya tenemos ideas de música y viendo por dónde podría ir, pensando en posibles productores, etcétera. Paso a paso. Lo importante era superar esta primera etapa, de volver a pisar los escenarios nosotros cuatro, lanzar el boxset, y ya lo que sigue es continuar con los festivales y pensar en la grabación que esperamos sea en este año.

Ya se habían reunido una vez para un Vive Latino pasado…

David Izquierdo: Aquello fue un proyecto muy puntual de unos contados shows, pocos a decir verdad, con una banda muy incompleta. Sólo estábamos Fernando y yo. Entonces fue muy diferente, no estábamos en el escenario principal. En esta ocasión fue totalmente distinto, y por eso estamos muy agradecidos con la gente y con todo el equipo que hizo posible hacer esto que llevó mucha planeación. Siento como que si ya pasamos el primer examen del regreso. De hecho, después del jueves del Vive Latino, para el sábado estuvimos tocando en Puebla, en un evento que se llamó Corona Music Fest y creo que tocamos muchísimo más relajados.

Chetes: Se dice fácil, pero imagínate que dejas de tocar con lo que fueron tus compañeros en tres discos por más de 10 años, y el primer trabajo de reencuentro se da un festival como el Vive Latino, con tanta gente y de alguna manera como estelares, tan sólo antes de Nine Inch Nails. Te la tienes que rifar. Creo que si tenemos una palomita ahí que nos la ganamos.

Ustedes fueron parte de algo que se le denominó la "Avanzada Regia", una especie de movimiento tildado así, quizá, con tintes mercadológicos. ¿Cómo sienten que ha cambiado la escena musical regia?

Chetes: La verdad es que nunca tuvimos la bandera, según yo, de la "Avanzada Regia". Nosotros pensábamos que era más bien como un cambio de generación, como una nueva actitud frente al rock, que venía, que se cocinaba en la provincia mexicana y se veía claro en Molotov, Control Machete, Plastilina Mosh. Eran nuevas propuestas que estaban saliendo en el país. Y resulta que en Monterrey salieron grupos por primera vez con música original que tuvieron un peculiar eco aquí en la capital.

Honestamente no creo que fuera un fenómeno exclusivo de Monterrey, sino que era más bien como un cambio sonoro de todo el país. Fue sobre todo una afortunada casualidad.

Lo que sucede hoy, respondiendo a tu pregunta, es que ese cambio no puede calcularse toda vez que las disqueras ya no le apuestan a nuevos talentos, porque es más difícil cazarlos. Hoy existen muchas posibilidades tecnológicas para hacerlo independientemente, plataformas digitales como Youtube o Bandcamp. Aunque sí creo que el reto hoy consiste es traspasar esas plataformas, porque hay millones de personas haciendo lo mismo. Entonces llegas a lo mismo, nosotros lo sabemos, hemos tratado de hacer discos con las nuevas posibilidades tecnológicas y nos hemos dado cuenta que requerimos del músculo de una disquera para empujar tu música lo más lejos posible.

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