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Música

Cyndi Lauper quiere seguir divirtiéndose y que no le digan qué hacer

Cyndi Lauper tiene grandes palabras de sabiduría que no sabías que necesitas leer.

Cyndi Lauper está cansada, pero eso no la detiene. La conocí justo al final de una agotadora gira de prensa que hizo en el Reino Unido duranta una semana, unas horas antes de que saliera su vuelo de regreso a Nueva York. Son las nueve de la mañana y Cyndi está en una estación de radio londinense a la que llegó desde temprano para una entrevista en el show matutino. Habla a kilómetros por minuto, imbuida en una historia sobre invitar a trabajar al legenderaio Willie Nelson en su nuevo disco de country, Detour. "Cuando entró en el estudio, fue como si entrara el Maestro Yoda", dijo. "Por un momento pensé que iba a llorar. Luego pense: 'No llores, eres una profesional, no quieres que te vean llorando cuando entren'". La mirada en sus ojos una mezcla de autocompasión y pavor, mientras lanza hacia atrás su melena color rosa brillante.

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Por supuesto, Cyndi Lauper es ella misma una leyenda. Después de haber iniciado en la banda neoyorquina de rockabilly Blue Angel, lanzó su álbum debut She's So Unusual en 1983, que le dio cuatro sencillos en el top cinco (incluyendo dos de las canciones más icónicas de la década, "Girls Just Wanna Have Fun" y "Time After Time"), lo que fue una primera vez para una mujer. El track homónimo a su siguiente disco, "True Colors" fue adoptado como un himno gay y Cyndi se convirtió en una de las más prolíficas y formidables aliadas de la comunidad LGBT. Justo ahora, Cyndi trabaja para reducir la indigencia entre las juventudes LGBT, y escribió recientemente un ensayo para la revista Advocade: "Hasta el 40 % de la juventud en indigencia se identificó como LGBT, pero menos del 7 % de los niños a nivel nacional son LGBT. La discrepancia es avergonzante, y es algo que no podemos ignorar".

Cyndi en realidad nunca ha dejado de salir de gira ni de grabar, pero en la última década su carrera se diversificó más que nunca. En 2008 lanzó un disco de dance llamado Bring Ya To The Brink, al cual le siguió su disco nominado al Grammy Memphis Blues, y después ganó un Tony por el score que hizo del exitoso musical de Broadway, Kinky Boots. Esta semana regresó otra vez con Detour: sus versiones de estándares de country de los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Es un asunto retro que funciona porque Cyndi claramente conecta con estas canciones que son de su infancia: hay una inversión emocional palpable en su versión de "End of the World" de Skeeter Davis; con emoción visceral, captura el cocktail de feromonas de "Funnel of Love" de Wanda Jackson; y la pasa súper bien con Vince Gil en su dueto "You're the Reason Our Kids Are Ugly". En conclusión: el country es otro género que conquista esta artista que no se deja encasillar.

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Noisey: ¿Qué fue lo que te hizo querer hacer tu primer disco de Country?
Cyndi Lauper: Estas canciones para mí son música pop, porque cuando era niña la radio no era tan especializada. Recuerdo haber escuchado a Patsy Cline y Loretta Lynn en la radio en casa de mi tía. Las mujeres en la música country eran tan fuertes y glamourosas cuando yo era una niña pequeña, que ¡evidentemente estaba escuchando! Vaya, tenía un palo de escoba hecho pony en esa época.

Tú versión de "I Want to Be a Cowboy's Sweetheart"—una canción de los años 30— definitivamente es uno de los highlights del disco. ¿Por qué la escogiste?
Hice esa canción porque pienso que mucha gente no se da cuenta realmente de lo que es la historia de una mujer. Por mucho tiempo, si querías ser alguien no podías neceariamente llegar a serlo. Pero podías casarte con lo que querías ser. En esta canción, ella canta: "Quiero ser la novia de un vaquero" y luego no vuelve a mencionar al tipo. Canta: "Quiero recostar mi cabeza junto a la manada que duerme", ¡porque prefiere dormir con las vacas que con él! Ella no quiere en realidad casarse con un vaquero, pero es lo más a lo que puede aspirar. Es una canción chistosa pero pensé que era importante en mi historia como mujer estadounidense.

En los últimos diez años, has grabado dance, blues, y country, y escribiste un musical gadaor de un Tony. ¿Qué es lo que te hace querer seguir probando cosas nuevas?
¿Que no puedo? Estoy harta de que me digan lo que puedo y lo que no puedo hacer. ¿Qué voy a hacer? ¿Cagarla? Ya lo he hecho, qué más da. Si te diversificas, creces como artista y eso es lo único que yo siempre quise. Todo el mundo habla de Thriller como un gran fenómeno, pero Michael Jackson hizo un disco antes que es igual de grandioso [Off the Wall]. El problema es que lo encasillaron y dijeron: "Es un disco de música negra, de R&B". Y no lo era, era un disco de dance y nunca debio haber sido relegado a una sola categoría. Así que Michael se embarcó en la misión de romper la barrera del color y lo hizo. No sólo te voy a introducir a la próxima semana, sino que ¡voy a derribar la puerta que quieres cerrarme para que yo pueda entrar en la próxima semana! No quiero un techo de vidrio, no quiero una barrera racial. No para mí, no para nadie. Creo que la música es mucho más rica si estamos juntos. Y es por ello que hice todas estas diferentes cosas, porque es la base de toda la música que he hecho desde siempre de todos modos. Estuve en una banda de rockabilly por Dios, aprendí a cantar escuchando a Wanda Jackson.

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Has tenido algunas batallas con disqueras a lo largo de los años.
No me dejaron poner "A Part Hate" en True Colors. La canción es una comparación entre el racismo en Sudáfrica y el racismo en Estados Unidos. Me dijeron: "'¿Estás yendo de "Girls Just Wanna Have Fun" a algo tan serio?' Y yo así de: 'Sí, ¿y?'" Para mí "Girls Just Wanna Have Fun" era más una proclama política que otra cosa. Iba a inspirar a las mujeres por el coro o por la imagen o tal vez por ambas. Puse todas las razas y colores de piel que pude en el video para que cualquier chica que se sentara a verlo supiera que también ella tenía derecho a las experiencias gosozas de la vida. Y eso fue porque conocía mi historia. Soy de una familia de imigrantes italianos que llegó a Estados Unidos gracias al sudor y a los sueños rotos de una mujer, mi abuela. Y luego la vida de mi madre fue privada de sus derechos y la vida de mi tía fue privada de sus derechos, así que para el momento en el que me di a conocer, era como si tuviera guantes de box puestos. He tenido que tolerar mucha mierda pero creo que el que sigue de pie es el que gana. ¿Quieres intentar quedarte parada más tiempo que yo? Toma muchas vitaminas.

¿Tuviste problemas para que "She Bop", tu canción sobre la masturbación, pudiera formar parte del disco She's So Unusual?
No, para nada, porque me aseguré de que cuando la estuvieramos escribiendo, yo dijera: "Mira, no quiero mencionar nada que tenga que ver con las manos". La idea era que los niños pequeños piensen que es sobre bailar y que los adultos se diviertan cuando la escuchen. Así fue como lo quise y así fue como lo hicimos.

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En los años ochenta, frecuentemente eras comparada con Madonna, aunque nunca hubo una rivalidad real entre ustedes. Todavía vemos a artistas como Taylor Swift y Katy Perry siendo comparadas la una con la otra.
¿Por qué? Son tan diferentes. Como manzanas y peras.

¿Por qué crees que un sector de los medios siguen haciendo este tipo de cosas? Los fans de Taylor Swift responden más a los mensajes de amistad femenina que manda que a cualquiera de sus supuestas "peleas".
Pues, le deberían de preguntar a sus hijas. Taylor es una mujer joven que es amigable, brillante y divertida, así que no veo nada de malo en que su grupo de amigos sea muy grande. ¿Qué? ¿Vamos a impedirle ser social porque es exitosa? ¿De qué se trata? Yo atesoro mi amistad con otras mujeres y estoy agradecida de saber que otras mujeres están en esta industria. Cuando tuve a mi hijo y era mamá soltera y trabajaba, agradecía conocer a otras mamás que también trabajaran para poderles peguntar cómo lo hacían ellas.

Finalmente. ¿hay algo que no hayas hecho que quieras hacer?
Creo que lo único que nunca hice y que siempre soñé es trabajar con un artista de hip hop. Hacer un disco de hip hop. Pero ahora tengo un artista en casa, mi hijo, que hace hip hop. Lo dejo que lo haga. No quiero influenciar sus cosas. Hice una canción con él porque me lo pidió, pero sólo una. Escucho lo que hace y trato de dejarlo crecer. Lo único que le digo es: "Acuérdate, una canción es una historia con principio, desarrollo y fin". Pero creo que el nuevo, nuevo tipo de hip hop no es eso. Son pedacitos de sonido. Es otro tipo de música, pero mira nuestra cultura ahora, los niños están pensando en las cosas que ven pasar.

Detour está ya a la venta.

Nick Levine escribe y vive en Londres. Síguelo en Twitter