Reino Unido podría enviar a prisión a un grupo de manifestantes pacíficos por primera vez en 20 años

¿A alguien le suena haber escuchado la historia de que 22 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, por la irrupción de un oso polar en la pista de aterrizaje? ¿No? Vaya. Pues resulta que al oso lo arrestaron. Y que ahora se enfrenta a 3 meses de cárcel.

Claro que no estamos hablando del caso de ningún animal que se haya escapado del zoo y cuya suerte haya terminado a un palmo de los reactores — en realidad se trataba de una manifestación cuyos 13 causantes serán sentenciados hoy miércoles por un tribunal de Londres. El grupo ya ha sido advertido de que se atenga a lo peor. Y lo peor es una posible sentencia de cárcel. La brutalidad del posible castigo ha dejado estupefacta a la comunidad legal londinense.

Los 13 imputados son miembros de la plataforma Plane Stupid, un colectivo de activistas que se oponen a las obras de ampliación del aeropuerto de Londres — que ya es uno de los más transitados del planeta — debido a sus consecuencias para con el cambio climático. Los activistas lograron atravesar el perímetro del aeropuerto y meterse en la pista de aterrizaje a primera hora del pasado 13 de julio. Acto seguido procedieron a esposarse y a sentarse en un círculo en cuyo centro había un hombre vestido como el mamífero más emblemático del Polo Norte.

El simbolismo del disfraz es evidente. El hábitat natural del oso polar está desapareciendo a una velocidad alarmante como consecuencia del cambio climático. Según la agencia estadounidense que regula la Nieve y la Información sobre Hielo, la superficie de hielo del Ártico ha disminuido en un 30 por ciento a los largo de los últimos 30 años. Y esa disminución se debe, con toda probabilidad, a la influencia humana.

Y si bien es cierto que son muchos los factores que contribuyen al cambio climático, la agencia de Aviación Civil de Naciones Unidas reconoce que los aviones son una de las fuentes de polución más poderosas, puesto que sus emisiones se producen en alturas muy elevadas. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático los aviones serían responsables del 3.5 por ciento del cambio climático — una cifra que muy probablemente habrá aumentado hasta el 5 por ciento para el año 2050.

Tal es el principal motivo por el que Plane Stupid ha decidido organizar sus campañas y escenificar sus protestas en distintos aeropuertos de Gran Bretaña. La iniciativa arrancó en 2005 y desde entonces los activistas han desplegado sus protestas en aeropuertos y en las sedes de las principales compañías aéreas.

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Plane Stupid llevaba una temporada sin dar señales de vida. Sin embargo, ahora parece que ha decidido a rebrotar con más fuerza que nunca. ¿El motivo? Que la Comisión de Aeropuertos del Reino Unido haya recomendado la necesidad de construir una nueva pista de aterrizaje en el aeropuerto de Heathrow — lo que ha motivado el surgimiento de una campaña de apoyo a la antiecológica iniciativa , respaldada por los muchos intereses empresariales que hay detrás de la misma. Y eso, a pesar de que el primer ministro David Cameron, un conservador con debilidad por los negocios, prometiera durante su campaña presidencial de 2010 que "no habrá una tercera pista de aterrizaje: mi no es rotundo, incuestionable'", proclamó.

Después de desplegar su protesta en el aeropuerto de Heathrow — un acto que provocó cinco horas de retrasos en los aviones programados para aquel día— los 13 activistas fueron detenidos e inmediatamente considerados culpables por un delito de intromisión ilegítima, después de ser juzgados por el tribunal de magistrados de Willesden.

Al finalizar el juicio, que se celebró a finales de enero, la juez Deborah Wright proclamó que si bien consideraba que los 13 activistas son gente "de principios" y "apasionada", no se le ocurría "un caso de intromisión ilegítima más grave".

A los 13 imputados se les ha dicho que esperen ser castigados con penas de privación de libertad — que podrían reportarles sentencias de hasta tres meses de prisión — lo que significa que podría tratarse de la primera vez en 20 años en que alguien es detenido en Gran Bretaña por llevar a cabo una protesta medioambiental.

La posibilidad de que los activistas sean encarcelados ha despertado la consternación de todos los políticos progresistas, de los conservacionistas y de los expertos, que han salido en defensa del grupo.

John McDonnell, miembro de la oposición y responsable de la circunscripción electoral de Hayes y Harlington, en donde se integra el aeropuerto de Heathrow, ha enviado un apasionado comunicado a Plane Stupid en que ha subrayado que todos sus votantes comparten la preocupación por la sentencia y les apoyan.

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McDonnell ha defendido el derecho a las protestas no violentas de cualquier ciudadano, máxime cuando se llevan a cabo ante un gobierno que está incumpliendo las promesas que le hizo a su electorado.

"Es casi inevitable que los activistas desconfíen de su gobierno y de sus promesas, puesto que lo que prometieron es muy distinto a lo que está sucediendo. Así las cosas, que decidan solucionar las cosas por su cuenta es completamente respetable", ha escrito.

Según Blinne Ni Ghrálaigh, abogada especializada en enjuiciamiento criminal en el bufete Matrix Chambers de Londres, el hecho de que los activistas se expongan a penas de prisión cuando no cuentan con ninguna clase de antecedente criminal resulta "extremadamente sorprendente".

"Normalmente, cuando se trata de una primera ofensa por intromisión ilegítima, lo normal es que seas absuelto o, en el peor de los casos, que te caiga una multa", explica a VICE News.

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Si bien algunos de los activistas han reconocido que les asusta la idea de ser encarcelados, también proclaman que no se arrepienten de nada.

"Si, tengo miedo", explica Danni Paffard, de 28 años, quien asegura que la influencia de la aviación en el cambio climático no solo pasa por los elevados niveles de polución de los que es responsable, sino por el hecho de que la industria en cuestión sigue sin ser imputada por todo lo que contamina.

"Se trata de la fuente de emisiones que más rápido está creciendo y se trata de un conflicto fundamental porque no existe una sola legislación global sobre cambio climático que lo contemple", ha contado a VICE News.

Rob Basto tiene 68 años y es otro de los 13 activistas implicados. Basto tiene un PhD en astrofísica y solo se sumó a la lucha pacífica recientemente. Él considera que la amenaza del cambio climático es un motivo suficiente para pasar a la acción (pacífica).

Basto fue detenido por primera vez en su vida hace tres años por escalar la torre de Blackpool. Lo hizo solo. "Cuando descubrí que el peligro del cambio climático es inminente, me pareció natural hacer algo al respecto", cuenta a VICE News. "Hace cinco o diez años era necesario tener conocimientos científicos. Ahora basta con mirar las noticias para darse cuenta de lo mal que están las cosas".

Según otra miembro del grupo, Ella Gibert, que ha cursado una maestría en cambio climático y que va camino del PhD, uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan Plane Stupid y otros activistas es que la gente se ha acostumbrado a viajar por aire.

"Es una elección que delata un estilo de vida", cuenta a VICE News. "La gente siente que su estilo de vida está siendo escudriñado".

Y lo cierto es que a pesar del aumento de los desplazamientos en avión, volar a menudo es algo que solo hace un pequeño porcentaje de la gente. En el Reino Unido, el 70 por ciento de los vuelos son patrimonio del 15 por ciento de la población. Por su parte, el Worldwatch Institute asegura que hay un 5 por ciento de la población que nunca se ha subido a un avión.

Los activistas subrayan que no quieren juzgar a nadie — solo quieren concienciar a la gente de los perjuicios medioambientales que provocan los desplazamientos en avión. "La aviación es uno de los factores absolutamente determinantes en el debate climático", asegura Paffard. "Y se trata de un tema controvertido porque a todos nos gusta volar".

Ninguno de los activistas espera el fallo de internamiento en un centro de reclusión, aunque la mayoría dice estar preparada para semejante veredicto. Margot Leicester, madre de Edward Thacker, uno de los 13 imputados, ha declarado a VICE News que si bien está preocupada, lo cierto es que también está muy orgullosa. Ella considera que el derecho democrático a la protesta debe de ser preservado y se siente generacionalmente culpable por ser "causante" del cambio climático y por no tener que padecer sus estragos.

Respecto al papel jugado por el gobierno de Cameron, los 13 de Heathrow consideran que su postura es inconsistente — una mayoría del ejecutivo es partidario de construir una tercera pista de aterrizaje, por mucho que la misma administración haya prometido que recortará la emisión de los gases de efecto invernadero en un 80 por ciento para el año 2050.

Claro que mientras los conservadores han postergado el crucial debate al respecto — en un aparente intento por eludir posibles disensiones internas sobre tamaño asunto a solo unas pocas semanas de las elecciones a la alcaldía de Londres — los activistas siguen unidos, convencidos de que, pase lo que pase, ellos hicieron lo que tenían que hacer.

"La idea de que me encarcelen me parece terrorífica a nivel personal", confiesa Paffard. "Pero lo volvería a hacer".

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