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Foto cedida por prensa de Duki
Música

Festejamos con Duki su nuevo EP

El fenómeno argentino que conquistó mundo a través del trap.

Ganó competencias de freestyle, batalló en terrenos sumergidos entre el rap y el hip hop, cantó con una orquesta sinfónica de fondo y encaró escenarios internacionales gritando skere.

Puede no gustarte el trap, pero es casi imposible que no conozcas a Duki. Un joven que le gusta romper con todas las reglas que tiene a su alcance: rompe con los tiempos en los que se consagra una persona en la industria musical —recién en noviembre de 2019 lanzó su primer álbum de estudio, Super Sangre Joven, con el que llegó a más de 30 millones de reproducciones en la región—; rompe con los records de visitas cada vez que sube contenido a cualquier plataforma online —tiene más de cuatro millones de suscriptores en su canal de YouTube—; rompe con la estética del rapero de colores oscuros y visera al revés —Duki tiene colgado hace días una píldora de diamantes del tamaño de su puño—.

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Mauro Ezequiel Lombardo (Duki) cumplió 24 años este 24 de junio y se autorregaló un EP llamado 24 para festejar una nueva vuelta al sol en plena cuarentena. El EP tiene ocho canciones y dura 24 minutos, casi lo mismo que duró nuestra conversación. Él sostiene que se trata de un número significativo, con el que llegó a una madurez emocional y a la profundidad que necesitaba para darle otro giro a su música.

Este nuevo material es un sobresalto en los pies que obliga a moverse. Guarda recuerdos de los primeros ritmos que compuso Duki, pero avanza como un torbellino con un estilo más rapero y con la colaboración de Kidd Keo, Young Cister, Gallagher, Asan y Big Deiv, artistas hispanohablantes que finalmente se reunieron para lograr el reconocimiento mundial.

A Duki le gusta Dragon Ball desde chico y muchas veces habló del Ki, la energía vital que atraviesa a los personajes. Según él, esta se hace presente a la hora de improvisar, componer y liberar cuando se reúne con sus colegas para hacer música. Esta relación surrealista entre un animé y su forma de componer música ha cobrado vida, y bajo un sello de humildad lanzó por debajo de la manga un EP que combina los ritmos más convocados en nuestra actualidad. Por eso en esta ocasión hablamos sobre su lanzamiento, sobre cómo llevó el proceso y su mirada sobre su crecimiento musical.

VICE: ¿Cómo sentís que evolucionó tu trabajo? ¿Cómo surgió este estilo más rapero dentro del EP?

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Duki: La evolución es la culminación de esos dotes que tenía ganas de mostrar y así lograr algo que me satisfaga. Me gustó ser más rapero, más desinteresado. Estos son temas para mí, son temas en los que cuento lo que me está pasando en el momento, realmente lo sentí así. Las canciones las hice en un formato de home studio, entonces no las veía como un single. No busqué la identificación con la gente, fue un proceso personal.

Trabajé con gente piola en home studio. Fue ranchear con los pibes y decir: “¡Dale, prendé el micro que vamos a hacer un tema!”. Cuando empecé a trabajar así, me di cuenta de que estaba en una fase distinta. A los raperos nos pasa mucho, más a los que venimos del freestyle, nos sentimos bien en esta nueva ola del trap que tiene algo de improvisación porque tiene ese toque rebelde y salvaje. Esto es alcanzar un nuevo estilo.

En el freestyle vos tenés un montón de opciones todo el tiempo, de palabras que podés ir improvisando y moviendo de lugar. ¿Qué sentís a la hora de grabar, sabiendo que ese es el producto que queda?

Eso para mí es un problema. Improvisé tanto tiempo que a la hora de grabar nunca puedo elegir cuál es la mejor palabra entre todas las opciones que tengo.

Cuando vos lo haces de una, improvisas, cantas y listo, sale, no podés volver el tiempo atrás pero no queda registro. Estar dentro de una rapeada con seis gorilas donde tiramos un poder hace que se genere un inconsciente colectivo increíble donde esperas tu turno para romperla en una competencia sana.

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Por otro lado, lo lindo de grabar es que volás. Cuando lo hago estoy súper conectado con el momento, puedo generar melodías y armonías que acompañen, y eso lo palpo en otros planos. Pero me cuesta sentarme a escribir. Pienso: “¿Cuál es la mejor entrada? Puedo tener millones de opciones”, y ahí es donde me suelo bloquear, en la primera línea, pero ¡ojo! Una vez que la escribí ya está, estoy adentro…

¿Y cómo es estar adentro?

Adentro tenés dos opciones, seguir por la rima, por la terminación de la palabra, o seguir por la temática, son mundos distintos…

Adentro es aprender a transmitir cosas piolas. Ahora me di el lujo de hacer 24 canciones en otro plan más desinteresado, improvisado, etc. Pero entiendo que la lírica y la escritura son la base de las canciones.

El primer tema del EP es “Flex Like Trunks”. Trunks hizo la primera aparición en Dragon Ball en el capítulo “El joven misterioso”. ¿Por qué lo elegiste a él para agregarlo a un tema y no elegiste a Goku?

Me flipa Trunks estéticamente, me gusta que no sea el protagonista y que sea imprescindible, porque sin esa pastilla a Doku, él se moría en el futuro. Trunks es poderoso, es el que le baja data a su familia para que su entorno crezca, creo que tiene una gran misión.

Y el último tema se llama “24”… Evidentemente es un número importante: sacaste un EP que se llama 24 , lo lanzaste el 24 de junio y dura 24 minutos.

Este último año la cabeza me hizo un clic. Dije “bueno, papu, estás creciendo, está creciendo el negocio, la empresa”… Me tenía que hacer cargo de más cosas y si no las hacía bien me chocaba contra la pared, sentía que tenía que estar más presente en mi madurez. También siento que es despojarme del niño que tengo, a veces siento que soy muy niño todavía ¿no? Me tengo que obligar a despertar y decir, ¡dale guacho arrancá! Así que dejé de hacer locuras y digamos que empecé a hacer “las cosas como se deben”. Y parte de eso, 24 también es trabajar con personas piolas. Mi disco anterior no lo pude explotar, no lo quería compartir, estaba decepcionado. Esto es otro flash, me gusta como quedó, quiero escucharlo, quiero mostrarlo, me siento cómodo.

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Sé que soy Duki, que este es el EP de Duki; pero no, para mí es un engranaje. Es un proyecto de todas las personas que formamos parte. No me gusta sentirme como jefe de nadie y no me gusta que sientan que están trabajando para el proyecto de Duki. Involucrate de verdad o andate.

En este EP hay varias cosas a destacar. Laburaste con mucha gente reconocida: ¿qué resaltarías de este trabajo en conjunto?

Me sentí cómodo con toda la gente con la que laburé. Pero claro, es un honor que Juicy J haya hecho un beap. Dejemos en claro que este tipo es uno de los primeros traperos vivos de este planeta, viene de Three 6 Mafia, ¡es una fucking bestia! Y el cabrón es parte de este EP. Fue un honor.

¿Sentís que el estigma del trapero sigue estando en el aire? ¿Cuál es el público al que querés llegar y todavía sentís que no lo hiciste?

Creo que hay gente que escucha mi música y siente que carece de lírica, de concepto. Yo estoy en proceso de trabajarlo, y cuando lo haga bien me va a permitir llegar a esas personas que tienen más formación, que tienen ideas más sólidas o conceptos más profundos.

¡Obvio! Al trap todavía se lo relaciona con lo burdo, lo básico: armas, drogas y mujeres. Yo también hablo de eso, me lo puedo permitir porque ya hay varios traperos que lo comparten, que tienen un estilo de vida parecido al mío. Me lo puedo permitir porque todavía soy chico. Pero ya voy a llegar a todos.

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