Ciudad Juárez- En las últimas dos décadas, el doctor Alejandro Hernández Cárdenas ha realizado un trabajo macabro. Es dentista y perfeccionó una fórmula química que rehidrata los cadáveres para ser identificados. La patente de su receta está en proceso, así que nadie sabe exactamente cómo es que funciona. Pero algunos dicen que su brebaje le da vida a los muertos.No pudo haber pasado en ningún otro lado. Juárez siempre ha tenido una relación estrecha y complicada con la muerte. Desde principios de los años noventa, el desierto que rodea esta ciudad fronteriza se ha convertido en el basurero para las víctimas del TLCAN. Los feminicidios, las guerras entre cárteles, y la violencia fronteriza se materializan en ese desierto en diferentes estados de descomposición. La mayoría de estos cuerpos momificados no son identificables por las autoridades, y quedan condenados a las fosas comunes de la ciudad.Ahí es donde entra Alejandro Hernández Cárdenas. Cobra 60 dólares por los ingredientes que rehidratan por completo los cuerpos; nos dicen que puede regresar a los cadáveres a su estado original para revelar la identidad de la víctima, e incuso la causa de muerte. Es un avance en tecnología forense que podría incluso cambiar la criminología como la conocemos.En Naturaleza Muerta, platicamos con Hernández Cárdenas, seguimos el rastro de un cadáver no identificado y lo vimos sumergirlo en su "jacuzzi", visitamos un laboratorio médico en Arizona pionero en el método para rehidratar huellas dactilares, y dimos un tour por los campos de homicidios juarenses.Búscalo a partir del 3 de junio en VICE.com.