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Música

La nueva app de Massive Attack crea remixes únicos basados en tu entorno

Massive Attack quiere generar una experiencia especial a través de sus tracks.

Robert del Naja, aka 3D. Imagen cortesía de Massive Attack.

*Este artículo apareció originalmente en Motherboard

Los pioneros musicales de Bristol, Massive Attack, se formaron en los inicios de la era digital. Y hoy, después de seis años de relativo silencio desde su último lanzamiento, acaban de soltar un nuevo material a través de una aplicación llamada “Fantom”.

Descrita como «un reproductor de música sensorial», la aplicación trae cuatro nuevos tracks de Massive Attack. Cada uno de ellos se convierte en un remix único para cada usuario, el cual se crea por medio de un algoritmo que recopila datos de tu teléfono para crear remixes irrepetibles que puedes grabar y compartir.

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Hablamos con Robert Del Naja (aka 3D de Massive Attack) vía telefónica desde Dublín, justo después de que el grupo comenzara su gira por Europa. Él nos explicó con mucho entusiasmo de dónde vino la idea de crear esta aplicación. «Estuve revisando algunos archivos que [el productor británico] Mad Professor había remezclado, pero que nunca salieron. Y eso fue lo que me hizo pensar qué hacer con ellos, y dije “¿Por qué hacer un disco pre-mezclado cuando hay algoritmos que pueden mezclarlo por ti?”. Poco tiempo después un amigo en común me presentó a Rob Thomas».

Un clip de ejemplo de la app Fantom, grabado por Robert Del Naja ​

Rob Thomas, un compositor que se dedica a la creación de audio adaptativo, desarrolló la aplicación con Del Naja. Thomas ha estado trabajando durante casi una década en la programación de un software inteligente que arroje soundtracks con relación al usuario, el cual puede ser utilizado en instalaciones artísticas, videojuegos y aplicaciones como Fantom. «Yo lo veo como una composición cuántica», explica desde su estudio en Hackney. «Piensas en todos esos diferentes universos musicales que pueden existir y tienes que diseñar para prevenir cualquier eventualidad”

Gran parte del trabajo de Del Naja fuera de Massive Attack han sido soundtracks, lo cual tiene sentido en este caso: Fantom crea un soundtrack personal para cada usuario. Sin embargo, nos explicó la diferencia. «Cuando trabajas con soundtracks, comienzas como un esclavo de la visión del director, pero después más gente se ve involucrada y se convierte —me atrevo a decir— en una tormenta de ideas», dice. «En este caso, puede que hagamos que la música esté disponible para las personas, pero al final, la gente compone su propia banda sonora. Nadie le dice a nadie qué hacer».

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Un proyecto así, con potencial ilimitado, parece alimentar la creatividad de Del Naja. «No dejo de pensar en lo que podemos hacer en el futuro; por ejemplo, si agregas los datos personales de todos los que tengan la aplicación en un concierto, entonces podrías hacer un remix de lo que se está tocando en tiempo real», imagina. «Así que podríamos crear una especie de experiencia sensorial en conjunto. Eso cambia la forma en cómo se piensa un concierto, porque mientras que este tipo de aplicaciones se ven como una experiencia escapista, podría convertirse en algo más profundo. Creo que tiene el potencial para afectar la manera en como escuchamos y compartimos música con gente a nuestro alrededor».

Para crear esta experiencia, Thomas y Del Naja usaron los nuevos masters de Massive Attack y los quebraron en fragmentos minimalistas. En la aplicación, estos tracks evolucionan de acuerdo a factores personales y ambientales detectados del movimiento del usuario, obtenidos del movimiento de la persona, las imágenes de su cámara, el día, la hora y su ubicación — así como señales biométricas, como el latido del corazón— a través del iPhone o Apple Watch. «Creo que la gente ahora entiende que nuestros datos pueden ser utilizados para cosas inútiles como anuncios publicitarios dirigidos personalmente a cada uno», dice Thomas. «Pero lo que nosotros estamos creando es justo lo opuesto a eso. Esta aplicación toma tus datos para crear una experiencia increíble para ti, sin la necesidad de tratar de venderte nada y sin guardar esa información. Es una creación que se hace en el momento y un camino lógico que los artistas van a empezar a explorar».

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Lo más interesante es cómo Thomas y Del Naja mantienen la estructura que le da integridad al sonido; todos los remixes que logré crear en la aplicación sonaban brillantes.

Un clip de ejemplo de la app Fantom, grabado por Robert Del Naja

De acuerdo con Thomas, todo está en lograr un balance entre la composición “no-lineal” y la formalidad de la música convencional. «Creo que el error que comete la gente cuando piensa en este tipo de piezas es que se genera de manera aleatoria, pero la verdad es que este tipo de cosas se construye a través de reglas en el sistema», dice. «Tenemos que asegurarnos que la melodía tenga sentido: de esta manera, la parte del coro nunca aparecerá junto a un verso, lo que significa que el comportamiento del sistema puede cambiar, pero siempre de una manera musical».

Thomas es cauteloso con cómo la interacción musical se presenta a los usuarios. «Es muy curatorial», me dice. «Tenemos que asegurarnos que es enriquecedor para el usuario e interesante artísticamente, nunca en contra de las intenciones de este material musical. Pero en el futuro queremos trabajar en que la Inteligencia Artificial asuma algunos aspectos de esa curación, para que sea posible una meta-reelaboración, con el mayor número de múltiples remixes posibles».

Obviamente Fantom y la tecnología detrás de la app tienen ciertas limitantes, pero Del Naja es muy filosófico sobre las limitaciones de esta tecnología. «Al final te topas con algunos límites, cuando imaginas hasta dónde podrías llegar con un software como este, así que está bien mantener los ojos en el horizonte, pero tienes que recordar mantener los pies en la tierra», dice.

A veces, parece que hay una separación entre el arte y la tecnología, como si el par coexistiera en un inquietante acto doble. Fantom trata de que romper esta brecha.

La tensión trae a la mente el rechazo del filósofo británico Gilbert Ryle sobre la teoría del dualismo entre el cuerpo y la mente de Descartes, en donde argumentó que era un error categorial decir que los estados mentales difieren de los físicos; él describió la inexactitud como el «dogma del fantasma en la máquina”.

Tecnologías como Fantom ofrecen una visión de una nueva y más personal forma de escuchar música, la cual cruza la línea de cualquier “dogma moderno” dentro del arte y la tecnología, en vez de presentar un vínculo intrínseco entre ambos. Las grabaciones alteradas en tu teléfono dejan un espectro intangible de su forma original, un fantasma en la máquina que junta al arte y a la tecnología de manera individual.