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Música

Entrevistamos al maestro acordeonero Carmelo Torres sobre su colaboración con Los Toscos

Antes de su presentación en Matik Matik, el discípulo de Andrés Landero nos habló sobre la cumbia sabanera, el vallenato y el acordeón.

Todas las fotos por Gabriel Herrera.

Quién sabe cómo llegaron los acordeones a América. Le pregunto a usted que esta leyendo esto. Sé que en México llegaron con la migración alemana que fundó la industria cervecera en aquel país y el acordeón definió transversalmente a la música del norte. En Colombia he escuchado algunas leyendas que dicen que el acordeón llegó con los marineros europeos que visitaban este país en el siglo XIX. No lo sé. Tampoco me imagino cómo es que a Andrés Landero se le ocurrió sustituir una gaita indígena por un instrumento de viento tan objetivamente extraño para tocar la música tradicional de San Jacinto. A duras penas puedo vislumbrar la resonancia que tuvo un acto de rebeldía e irrupción de semenjante tamaño.

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Creo que nosotros, los hijos del nuevo milenio, apenas podemos apreciar un fragmento del valor que tuvo ese momento en la historia de la música. Por eso me gustan los proyectos que actualizan a las capitales latinoamericanas en su relación con la música tradicional. Incluso, a veces, frente a la rampante industria musical, es necesario actualizar a las regiones que vieron nacer estos géneros. Tal vez, así como muchos tantos proyectos que se han estado desarrollando en Colombia, Los Toscos, en su colaboración con Carmelo Torres, nos inviten a pensar de dónde venimos los que nacimos en este continente. O tal vez soy sólo yo, porque esa es una reflexión que personalmente me fascina.

Pero me reservo todo lo anterior, porque como dice "Antropología", la canción que escribió Edson Velandia para el proyecto: “Una cosa es el indio y otra cosa la antropología” y también resulta palpable que la intención del proyecto en su gestación es otra. Nace de la idea de establecer colaboraciones creativas que, según les entendi cuando fuimos a visitarlos a su ensayo, es la primera intención de Los Toscos. En una ocasión pasada, Los Toscos, trío conformado por Benjamin Calais, Santiago Botero y Enrique Mendoza, invitaron a Tony Malaby para grabar un disco, en una relación de aprendizaje y retribución creativa que culminó con el lanzamiento de un álbum. Ahora decidieron colaborar con un maestro colombiano, uno por demás imponente, Carmelo Torres, acordeonero de la región de San Jacinto, que a sus 65 años de edad carga consigo la responsabilidad de encarnar el legado de Andrés Landero.

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Para completar la banda, invitaron a Mario Galeano, Pedro Ojeda y a Edson Velandia y con esta camada nos llevan de un lado a otro, entre sonidos de acordeón, baterías demenciales y guitarras experimentales por los estremecedores territorios del vallenato y la cumbia sabanera.

«¿Qué significa que Carmelo Torres se encuentre con Los Toscos en este momento en el que está la escena?», le pregunté a Edson Velandia. «Es necesario y sólo el efecto que logra en el caso mío como espectador, justifica que todo esto pase. Porque yo mismo no sabría que Carmelo Torres existe, ni que existe Andrés Landero o Toño Fernandez ni los gaiteros viejos o la gente que toca marimba. Si este movimiento no existiera, yo no me enteraría y el hecho de que esté aquí Carmelo Torres para mí es un privilegio. Yo también tengo esa herencia de la cumbia, porque todos en Colombia la tenemos, pero no la conocemos de primera mano. Así que yo lo encuentro muy cercano y lo valoro, ahora lo valoro mucho más porque estoy seguro que estos músicos podrían estar pasando mucha indiferencia si esto no ocurriera. Yo mismo soy agradecido del movimiento bogotano no exisitiera yo no estaría por aca», me responde.

Antes de dar dos presentaciones en Bogotá, una en la Ventana y la otra en Matik- Matik, Los Toscos nos dieron oportunidad de hablar con el maestro Carmelo Torres y fuimos a su ensayo para hacerle una entrevista.

¿Cual es la diferencia entre la cumbia sabanera y el vallenato sabanero?

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La cumbia sabanera es un ritmo sabanero, el porro también. El chandé es un ritmo del río, los grupos de tambora también y así. El porro y la cumbia son campesinos.

¿Y el vallenato?

El vallenato sabanero es una cosa que, porque nació en la sabana, se toca en distinto estilo al vallenato de acá en la provincia. El acordeón sabanero se toca más llorado, más sentimental que el vallenato de la provincia que se toca a un ritmo más picao. Entonces acá se pica y allá se llora.

¿Cómo fue el paso de la gaita al acordeón para ustedes?

Los ritmos de gaita los pasó al acordeón el maestro Andrés Landero porque él empezó junto a Los Gaiteros, con Toño Fernández, con Juan Lara. Él hizo parte de ese grupo, acompañó a Los Gaiteros en muchos eventos entonces se aprendió los sonidos de la gaita y los pasó al acordeón y esas cumbias que se interpretaban en la gaita se pasaron al acordeón.

¿Y cómo fue la respuesta de la gente cuando eso sucedió?

A la gente eso le gustó, Andrés Landero es una eminencia de eso, les gustó mucho.

¿Cómo eran unas clases con Andrés Landero?

La verdad es que yo no tomé clases con Andrés Landero, yo andaba con Andrés Landero. Yo ya tocaba cuando estaba con él pero yo no tocaba cumbia, yo tocaba vallenato entonces anduve mucho tiempo con el parrandiando, tocando juntos en las parrandas y le fui aprendiendo las cumbias. Le aprendí las cumbias viéndolo.

¿Y cómo se le acercó?

Una vez en Plato, Magdalena en un bar que se llamaba ‘Flamingo’ tocamos los dos y ahí nos conocimos y comenzó la amistad.

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¿Cómo lleva la responsabilidad de mantener vivo el legado de Landero?

El legado de Andrés Landero en el mundo es muy grande y mantenerlo ha sido una responsabilidad muy grande. Por ejemplo yo tratar de imitarlo, de no dejar morir la cumbia, de seguir la cumbia en el acordeón. Yo estoy tratando de enseñar niños para que ejecuten el acordeón en el ritmo de cumbia.

También hay otros intérpretes como Ney Rodríguez, un señor de la edad mía que también interpreta cumbia. Somos como cuatro que trabajamos con cumbia. Ahora también está un nieto del maestro Andrés que también se está interesando por la cumbia, se llama Jason Landero.

¿Y él está tocando en San Jacinto también?

Vive en Cartagena, pero va mucho a San Jacinto.

¿Cómo es la vida en San Jacinto con toda esta música?

La verdad es que allá la cumbia se escucha en las presentaciones, en las parrandas, pero para eventos de baile se escucha muy poco.

¿Qué se escucha para los bailes entonces?

Vallenato actual, de nueva ola y reggaetón .

¿Y usted qué piensa de eso?

Por eso te digo que estoy luchando, tengo una escuelita para enseñar a los pelaos a ver si se conserva la cumbia.

¿Cómo es un día suyo cotidianamente? ¿Tiene alguna otra ocupación?

Es salir a la calle, estar en la casa con la familia, visitar a los amigos. Yo no hago más nada, yo vivo de la música nada más.

¿Sabe cómo llegó el acordeón a San Jacinto?

Llegó como llegó a toda la costa, un señor que se llamaba Alejandro de los acordeoneros viejos y otro señor que se llamaba José Manuel García, fueron estos acordeoneros viejos. Tocaban con acordeón de una hilera, luego de dos hileras.

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¿Y qué música tocaban con el acordeón?

Tocaban una música de Europa, tocaban que folclor, tocaban música de acá como pasillos, boleros y eso.

¿Y de dónde eran?

Allá de la costa, de San Jacinto

¿Y no sabe cómo consiguieron el acordeón ellos?

No, no sé.

¿Qué opina de estar trabajando con Los Toscos y esta nueva generación? ¿Cómo los conoció?

Los conocí por medio de Lucía Ibañez y de Urián Sarmiento. Ha estado muy bien.

¿Qué le gusta más de trabajar con ellos?

Estamos haciendo un nuevo experimento, entramos a la era moderna.

¿Qué es lo que más le ha gustado de esta colaboración?

Me ha gustado todo, las presentaciones, las grabaciones, la amistad con los muchachos.

¿Cual es la relación de la cumbia con la región caribe?

Desde que yo ando en la cumbia, la interpretaban los caribeños, los que hacían cumbia: Toño Fernández, Landero, José Barro, son caribe.

Le agradezco mucho, maestro.

Gracias a ustedes por la oportunidad.

***

El disco de Carmelo Torres y los Toscos está disponible en una edición en CD. También lanzaran una edición en vinilo con el sello Names You Can Trust. Además se estarán presentando hoy en Matik-Matik para ofrecer una segunda fecha de esta experiencia alucinante. Si usted tiene otros compromisos, cancélelos. Esto es imperdible.