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Música

¡Demonios! Ahora el Teatro Metropol es una iglesia cristiana

A falta de buenos escenarios para conciertos en Bogotá, uno de los pocos que quedaban fue destinado a Jesús.​

Es innegable. En Colombia, la escena local pasa por uno de sus momentos más fértiles y excitantes. El público llena, los artistas de la casa la rompen y los de afuera se mueren por venir a tocar. Y sin embargo, son pocos, muy pocos, los escenarios existentes para hacer eventos decentes en la capital.

En plena 24 con 6, en todo el corazón de Bogotá, el Metropol, uno de los pocos escenarios de capacidad mediana que quedaban, un venue que ya había alcanzado un estatus de legendario y que por años resistió a la persecusión de las autoridades locales que se empeñaban en sabotear su agenda, arrancó el 2016 con nueva administración: una iglesia cristiana llamada Casa de Amor y Restauración. Irónico, si pensamos que en dichas instalaciones se presentaron bandas como Venom, Brujería o Carcass. Hace cuatro años Felipe Guerra asumió la administración de este espacio en el que se celebraron, sobre todo, conciertos de metal. Cuenta que en enero, cuando regresó de sus vacaciones, se enteró de que el espacio ahora iba a ser administrado por la iglesia. Algo que lo sorprendió, pues incluso ya tenía fechas cerradas como el concierto de Matisyahu. Al parecer la Casa de Amor y Restauración llegó a un mejor acuerdo con los dueños, entonces el blasfemo templo destinado al baile y al pogo se convirtió en un mega recinto para la oración y adoración a Jesús.

Así las cosas, el Metropol ahora está en manos de una congregación que, aparte de la iglesia, maneja una radio cristiana llamada Fuego, trasmitida por la frecuencia 1.160 AM y en la que no es que todo el día suenen la canción de Bomba Estéreo, sino que más bien se habla de cómo ser un buen cristiano. Según la página oficial del culto, este se fundó en 2013 por los pastores Diego y Liliana García, quienes predican el “evangelismo de fuego” y tienen varias sedes en el país. Alexander, uno de los líderes de la organización, nos dijo que en el recinto ya no se celebrarán más conciertos porque “la misión de la congregación es llevar el evangelio para que las vidas sean restauradas y ese tipo de cosas no son parte del mundo bíblico”. Como si boliar mecha o mover nalga en un concierto no fuera un ritual de restauración espiritual. Declaraciones como la de el viejo Alex sentencian el fin de esos gloriosos días en que la calle 24 se llenaba de gente alcoholizada y emocionada por pasar una noche de música y descontrol. Ahora el único éxtasis que se consumirá dentro de estas paredes es el de la palabra de Dios.

El famoso Teatro Metropol se construyó en los 70 y en un principio se usó como sala de cine. Después de varias remodelaciones se convirtió en un teatro privado destinado para espectáculos con la capacidad de albergar a 2500 personas. Desde hace varios años pasó a ser una tarima icónica para la música subterránea de la ciudad. Aquí tocaron grupos que van desde Cannibal Corpse hasta The Skatalites, Afrika Bambaataa y hasta Vitalic. Este tipo de shows consolidaron al lugar como un foro que abría sus puertas a una agenda diferente a la de otros grandes escenarios de la ciudad, como el Jorge Eliecer Gaitán o el Julio Mario Santo Domingo.

Por estos motivos, la muerte del Metropol significa el cierre de un espacio clave para la capital. Sin duda, una pérdida que complica enormemente su panorama cultural.

Adiós Metropol, gracias por tantas noches de culto. Le harás falta a Bogotá. *** Despídase del Metropol como se lo merece por acá.