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Música

Bienvenidos a la Semana de la Independencia Noisey

Esta semana, celebramos a los piratas solitarios de esa bandera manoseada. Aquellos que bailan al ritmo de sus propios latidos. Aquellos que detonan el puro baile de la libertad.

Ilustración por Daniel Senior.

206 años del grito de la independencia. Más de dos siglos festejando ese canto de libertad. Narrativas embriagadas en victorias que hablan de eso que en teoría es nuestro. Eso mismo que, según cuentan los libros de colegio, ya logramos. Pero las historias patrias, repletas de Santanderes, de Nariños y de Bolívares, son fácil blanco para la ironía. Y las verdades no son asunto de estatuas. Se cuecen por debajo de la piel, justo ahí donde nos ebulle la sangre. En la música que oímos, en nuestros bailes.

Por años, sin embargo, estos cantos y estos bailes han estado mediados por otros que no son nosotros, determinados por fuerzas de manos invisibles y bocas gigantescas, por los mismos pulpos que todo lo acaparan con sus tentáculos, que son sus mismos sellos, sus mismos medios, sus mismas radios. Sus mismas marcas de aguardiente y de cerveza. Sus mismas morales. Y por debajo, ruge el grito soberano, como un río incontenible que trae aguas de otros sudores. Voces de otros monstruos. Sangres de otras patrias. Y sin embargo, ¿de qué hablamos hoy cuando hablamos de "independiencia"? ¿Qué significa mentar esa palabra tan manoseada en la actualidad? Pues bien… Pioneros del rock hecho en Colombia y décadas antes de que la palabra sacrificara su alma, Los Speakers ya la encarnaban. En 1968, rechazados por Phillips, CBS y Sonolux, e impregnados de la química de su generación se sacaron del sombrero El Maravilloso Mundo de Ingesón. Una oda al delirio, a los anhelos, a lo imposible, fabricada con el mismo ADN de ficción que el Sargento Pimienta de sus padres espirituales. El primer disco independiente registrado fue un hálito de juventud. Una ruptura definitiva con el pasado. Una chica cocacola que mandaba a la mierda a sus padres. Independiente fue también Gaira, el sello que tuvo a Carlos Vives de padrino desde 1995, y que nos entregó joyas como los discos primerizos de Bloque de Búsqueda, Hora Local o Distrito Especial, todos sonidos que definieron los códigos musicales del futuro de una nueva patria musical. Independiente Polen Records, Sonidos Enraizados, Palenque Records, Llorona Records. Independiente Velandia. La Crack. Bestiario. Systema Solar. Ondatrópica. Músicas que nacieron y fluyeron al margen de los grandes capitales, de los paradigmas comerciales, para instalar justamente otros sonidos y otros bailes en el marco de nuestras realidades. Y no precisamente eso que llaman "indie" y que, aceptémoslo, no significa absolutamente nada.

Ahora la independencia es regla. La tecnología pirata cambió el paradigma justo en el vértice del siglo pasado y entonces llegó la crisis del disco. Y más que del disco, de las disqueras. Y más que de las disqueras, de la moneda de cambio de una industria que dependía de aquellos antiguos objetos circulares para propagarse. Entonces todos entraron en pánico y los cosacos a celebrar. El auge del estudio de ordenador puso la producción al alcance de cualquiera, así como las formas de distribución digital y ¡pum!: golpe de estado. Fin de una era. La producción musical quedó en manos de un 99% que ahora no dependía de nadie sino de sí mismo para existir. Para bailar y cantar. De eso, sin embargo, hace ya más de quince años. Y hoy, en un océano sonoro muy cercano al ruido blanco, donde los sonidos y los bailes son determinados por sí mismos pero también por otros pulpos parecidos a los de antes, todos con logos y más logos tatuados en sus tentáculos, vale la pena preguntarse: ¿qué significa ser independiente? ¿Vale la pena seguir usando esta palabra? Bienvenidos a la Semana de la Independencia Noisey. Un esfuerzo por encontrar a los piratas solitarios de esta patria. Aquellos que bailan al ritmo de sus propios latidos. Aquellos que detonan el puro baile de la libertad.

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Desde hoy hasta el domingo espere historias de nuestra música independiente.