Las cinco etapas de tu vida en el club

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Las cinco etapas de tu vida en el club

Lo que fuiste, lo que eres, y lo que serás.

Salir de fiesta es algo grandioso. Aunque nos quejemos de las filas, turistas y los malos bookings, además del sentimiento de que en realidad todo esto ya no es tan divertido como solía ser, hay veces, días, noches, donde regresamos a donde estábamos, burbujeando con los ojos bien cerrados de la emoción y entusiasmo. Luego recuerdo que ya tengo 25 años y mi espalda me duele cuando estoy de pie durante más de media hora y que si no estoy en cama para la 1am, el día siguiente, eso implicará una lenta lucha a través de un ciclo de mal humor que me hará consumir el arrepentimiento y remordimiento antes que el desayuno.

Publicidad

Aún así, alguna vez fui joven y seré más viejo en el futuro, así que decidí realizar un análisis del terreno de una vida consumida en los clubes.

A LOS DIECIOCHO

El autor durante su juventud, encontrándose con Dios en el camino hacia el club.

En dónde te encuentras: Eres joven, tienes el rostro fresco, estás listo para la fiesta. El mundo es una ostra sudorosa y drogada, tú estás por abrirla. Irás a cualquier lugar, verás a cualquiera, harás lo que sea. De esto se trata. Te enamorarás de los DJs de manera semanal. Querrás estar en el centro de la acción. Estás enamorado de la vida. La amas. Simplemente amas la vida.

El itinerario promedio: 8PM: Bien amigo. Vamos a ponernos MAL, sólo he estado hasta las manitas una vez, vamos a tomarnos una botella de ginebra con refresco de cola, luego vamos a pasarnos a las CERVEZAS y luego unos cocteles del infierno. ¿Nos vamos al bar después? Escuché que hacen unas excelentes perlas negras ahí, y me encantan las perlas negras porque te ponen mal, y loco, me encantan, ¿te sientes normal pero al mismo tiempo no? Se te duerme la cara, no puedes hablar, y vas a vomitar en algún punto, pero agarras la onda.

11PM: ¿Sankeys? He escuchado de ese lugar, digo, sé que es un club cool. Vamos para allá a ponernos mal. Creo que también hay muchas chicas. ¿Nina Kraviz va a tocar? Oh sí, escuché que es una locura, muy bien.

1AM: Ya vomité dos veces, y quiero irme a casa, pero perdí a mis amigos, y me senté en los excusados por media hora, y hay mucho ruido y me duele la panza, y desearía que mi mamá estuviera aquí para cuidarme.

Publicidad

11AM: ¡¡¡ Excelente noche con los amigos!!! #vivimosparalafiesta #otraporfavor #teníamosquehacerlo

Cómo vestirse: A la mierda, tienes 18. Vives de un préstamo estudiantil o tienes un trabajo de medio tiempo y vives con tus papás, disfruta tener un ingreso desechable por única vez en la vida. Enloquece y compra ese animal print barato de cebra. Cómprate sombreros Stussy. Cómprate un par de Nikes para cada día de la semana. Cuando se trate de ropa para el club, vuélvete loco. Si piensas que los jeans rojos se ven bien, entonces póntelos. Excepto que obviamente nadie se los pone porque los únicos que lo hacen son los pueblerinos con camisetas de fútbol que se encuentran siempre al borde del acoso sexual. Pero bueno, se dan la idea.

A LOS VEINTIUNO

El autor en sus años maravillosos.

En dónde te encuentras: Tienes 21 años, y tu vida en el club se encuentra en su mejor momento. Estás lejos de las preocupaciones de la vida, sabes — de alguna manera mínima —quién eres, y qué te gusta, y probablemente sigues emocionado por salir de fiesta. Bienvenido a tus días de ensalada. Utilízalos sabiamente. Ve a las fiestas porque quieres, no porque tienes a un amigo que es amigo del DJ. Este es tu momento. Ve a quien sea, cuando sea. Tienen 21 años, malditos jovenzuelos.

El itinerario promedio: Tienes 21 años. Ve a cualquier lugar. Ve a un bar. Ve a un restaurante donde puedas gastarte tu dinero en un hot dog, papitas y cerveza importada que no venden en el súper mercado. Ve a tres clubes. Ve luego a casa de un amigo. Ve a casa de otro amigo después de eso. Repite el ciclo. Tienen 21 años, malditos jovenzuelos.

Publicidad

Cómo vestirse: Tienes 21, probablemente te ves bien con lo que sea, malditos jovenzuelos.

A LOS VEINTICINCO

El autor intentando preservar su juventud desesperadamente.

En dónde te encuentras: Has llegado a la mitad de tus 20s y eso es aterrador. Las esperanzas y sueños de adolescencia se han desvanecido en un miserable charco de arrepentimiento, nostalgia autodestructiva y deudas. No has hecho nada notable con tu vida y te encuentras atorado en un ciclo deprimente intentando mantenerte joven mientras te preocupas por el préstamo estudiantil y tus recibos del gas. Así que piensas a través de latas y latas de cerveza en qué club podrías entrar de manera gratuita, dividiendo una pastilla entre cuatro personas, buscando las emociones que habían vivido hace tantos años, antes de que tus rodillas comiencen a crujir y tu espalda te duela constantemente, cuando la depresión no te duraba toda la semana.

Te encuentras jadeando en las filas para el club, durante noches de viernes con gente con la que tienes menos en común durante el día, rezando porque esta noche te olvides del dinero que le debes a tus padres. ¡El fin de semana comienza aquí!

El itinerario promedio: Si es quincena, probablemente irás a una cantina - porque obviamente, nada dice NOCHE DE FIESTA mejor que unas cervezas con descuento acompañadas por puerco salido del microondas - para después convencer al barista de que te de tu cambio para poder ir a comprar un six pack en la tienda y beberlo en silencio mientras tu compañero juega treinta tracks en treinta segundos en Spotify.

Publicidad

Eventualmente, el antes mencionado lugar con lista de invitados donde todos en la sala son asquerosamente jóvenes o desagradablemente viejos y tú y tus amigos navegan por la periferia antes de escaparse uno por uno para inhalar unos cuantos granos de alguna sustancia antes de comprarse un coctel para que se convierta en material de primer nivel para Instagram. Llegas las 3AM, y las menciones de un after-party se pierden en el fondo. El autobús nocturno te lleva a tu hogar. Nadie se habla hasta el jueves próximo, en preparación para el viernes.

Cómo vestirse: Con optimismo, para los 25 años, habrás dejado de ser un completo esclavo de la moda y habrás dejado de gastar fortunas en camisetas skate y gastar tus quincenas en zapatos que te hacer ver como alguien envuelto en el vómito de los 90s. Deberías saber lo que te gusta. Cualquier cosa distinta a una camiseta blanca, jeans y vans lisos es para la gente joven. Y tú ya no eres joven.

A LOS TREINTA

En dónde te encuentras:Cuando tu mamá y tu papá tenían treinta, tu tenías seis. Piensa al respecto. Ellos ya tenían carreras de verdad. Tú eres un escritor freelance, que junta centavos. O estás atorado con eso de la música y ganas la mitad que tus amigos oficinistas. La vida no tendría por qué ser así. Ahora más que nunca, sientes la enorme necesidad de estar en el mundo, haciéndote notar.

Sales menos, pero cuando lo haces, es algo importante. Hay champán, pastillas, poppers, gorritos de fiesta, todo. Tu colección de discos ha estado en estasis durante algunos años, y ya no necesitas revisar RA, pero te gusta pensar que sabes qué está ocurriendo, aunque los DJs que te gustan están tocando en Space con la ayuda de andaderas. Te hechiza la muerte. Pero igual nos echamos otro baile, ¿no?

Publicidad

El itinerario promedio: Un bar tranquilo, un bar que sirve hamburguesas acompañadas de cebollas caramelizadas y te cobra por papas cocinadas tres veces, donde se aceptan los perros y una banda de ukuleles toca los domingos, un bar donde no te dan cambio por dos cervezas, bares a los que juraste que nunca irías. Regresas a tu apartamento, sigues rentando luego de tantos años, intentando aprovechar tus últimos vestigios de juventud antes de ver a un DJ que te gustaba hace una década que tocará los mismos discos que hace diez años, y estarás ahí con el puño arriba, con la quijada trabada, deseando que estuvieras ahí, deseando que las cosas hubieran sido permanentes, sabiendo que la cagaste y nada traerá de vuelta esa antigua vida. Aún así, el set de Villalobos está bien ¿no?

Cómo vestirse: Reúne todo lo que quede en tu guardarropa y que haya sido remotamente trendy. Cómprate unos cuantos suéteres y un par de buenos pantalones, con unos zapatos cómodos.

A LOS CUARENTA

En dónde te encuentras: No en el club

El itinerario promedio: Ya no tienes uno. Se acabó. Todo se acabó. Para siempre.

Cómo vestirse: Camisa marrón de rayas con cuello y puños blancos acompañada por zapatos para la escuela. Si le funciona a Luis Miguel …

Josh Baines está en Twitter