Denis en los decks: ¿Cómo es ser un surasiático en la música dance?
Jai Wolf

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Música

Denis en los decks: ¿Cómo es ser un surasiático en la música dance?

Krewella, Jai Wolf, Hotel Garuda y DJ Atish están redefiniendo el significado de ser del Sur de Asia en los Estados Unidos—una noche de fiesta a la vez.

Muchos aseguran que la música dance es un gran unificador. Bajo las luces parpadeantes, se dice que no tenemos color, género u orientación sexual. En la práctica, incluso los llamados espacios "progresivos" pueden reflejar las desigualdades y puntos ciegos de la sociedad en general. Las conversaciones recientes sobre raza en los Estados Unidos se han centrado alrededor de las relaciones entre los blancos y los negros. Los nativos americanos, la creciente población hispánica y aquellos originarios del lejano este también han entrado a la conversación en diversos grados, pero la gran mayoría de los que se encuentran en los Estados Unidos con alguna pigmentación en su piel caen en el turbio territorio de los "ambiguamente castaños".

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De acuerdo con una encuesta demográfica llevada a cabo por la Fundación Asia Americana en el 2012, los surasiáticos—individuos de Bangladesh, Bhutan, India, las Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka conocidos entre ellos como desis—son la demografía de mayor crecimiento en los Estados Unidos, alcanzando casi los 5 millones. Aún asi, los surasiáticos han permanecido mayormente ausentes de la conversación cultural de los estadounidenses—frecuentemente relegados a papeles simbólicos y estereotipos adimensionales, si es que llegan a aparecer.

De hecho, es reciente que los surasiáticos-americanos han comenzado a subvertir las caricaturas más frecuentemente puestas sobre ellos: que van a sus tiendas con turbantes en las cabezas; que son terroristas sedientos de sangre (a veces también con turbantes); que tienen deidades exóticas; que son nerds o gurús espirituales. La disolución de estos estereotipos ha llevado en parte a que actores como Mindy Kaling, Aziz Ansari y Priyanka Chopra ganaran roles de liderazgo en la televisión los pasados años. Esta tranquila revolución en pantalla encaja con una un poco más ruidosa: el levantamiento de productores y DJs desi en la música dance en los Estados Unidos.

Krewella en el mundo del EDM, Jai Wolf y Hotel Garuda en el underground mainstream y Atish en el circuito burner son ejemplo de esta nueva oleada de músicos surasiáticos, hijos de inmigrantes que ya no están de acuerdo con ser sólo ambiguamente castaños. Al forjar su propio y único camino a través del mundo de la música dance, han roto moldes sobre lo que significa ser un desi en Estados Unidos mientras balancean las presiones de multiples frentes, incluyendo el racismo y la ignorancia de la sociedad en general, la agitación familiar en casa y las dudas en ellos.

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Yasmine y Jahan de Krewella.

Krewella es uno de los más grandes actos en el EDM estadounidense. Los himnos pop de gran energía del grupo han catapultado a sus miembros, Yasmine y Jahan Yousaf al estrellato mundial y el accesible comportamiento de las hermanas así como sus numeritos les han llevado a convertirse en celebridades de las redes sociales. Lo que la mayoría de las conversaciones a su alrededor en los medios parecen pasar por alto, sin embargo; es que las hermanas Yousaf son mitad pakistanís y fueron criadas en una familia islámica.

"Crecimos en un hogar devotamente musulmán," explica Jahan, la mayor de las dos, mientras nos sentamos en el iluminado comedor de su cabaña compartida en Hollywood Hills. Estamos lejos de Lahore, de donde su padre emigró en 1979 antes de casarse con su caucásica madre estadounidense para reubicarse en Chicago. "Nuestros padres no eran tan estrictos como para obligarnos a usar un hijab," explica, "pero fuimos a una escuela islámica por cinco años y ayunábamos en el Ramadán. Nuestra madre se convirtió cuando se casó con nuestro padre. Casi era ella la más estricta sobre la religión."

"Nunca pedimos ser pakistanís."—Jahan Yousaf de Krewella

Las Yousafs, ambas en sus veintes, cumplían su mayoría de edad tras los atentados del 11 de septiembre, un periodo en el que el aislamiento en la escuela era común entre los jóvenes desi. "Realmente no hablábamos sobre nuestro lugar de origen en la secundaria, porque nos avergonzaba ser musulmanes o pakistanís," comenta Yasmine. "Lo único que todos sabían sobre esa gente era que pertenecían al terrorismo."

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La ignorancia sobre la cultura islámica provocó más ostracismo entre sus pares. "Acostumbrábamos ayunar en el mes del Ramadán," comenta Jahan. "Yo estaba en la secundaria en esa época y la gente pensaba que era anoréxica porque no comia en todo el día."

Jai Wolf.

El sentimiento de aislamiento es compartido por Jai Wolf, cuyo nombre original es Sajeeb Saha. Nacido en Bangladesh pero criado en los Estados Unidos por sus padres, Saha surgió de SoundCloud hacia el IRL el año pasado con su evocativo e hipnótico future bass. Sus tracks regularmente alcanzan los millones de reproducciones en línea y su tema "Indian Summer", que incluye un sampleo vocal de una grabación hindú clásica, fue una de las más grandes canciones de este año en la temporada de festivales. Aunque hace una década, su vida era más como un invierno hindú.

"De niño me sentía como un extranjero," explica. "Crecí en el sur de Illinois y yo era el único moreno en mi escuela. Estaba en quinto grado cuando sucedió lo del 9/11. Eso fue muy rudo. Los niños te molestaban y la identidad fue algo con lo que luché."

Jahan Yousaf de Krewella, desde TomorrowLand 2014.

Tanto las Yousafs como Saha terminaron encontrando un equilibrio hacia el final de la preparatoria. La familia de Saha se movió al cosmopolita Nueva York. "New Hyde Park en Long Island," para ser exactos. "Hay un 58% de asiáticos. Me presenté el primer día en la preparatoria y me voló la mente. Vi a tantos chicos morenos. Fue un buen tiempo."

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Yasmine y Jahan, por su parte, comentan que ellas comenzaron a gravitar por la cultura occidental y lejos de los valores Pakistanís-Islámicos. "Lentamente comenzamos a salirnos de ser musulmanes. Para mi, fue en los últimos años de la adolescencia," confirma Jahan.

"De niño, sentía que era un extranjero."—Jai Wolf

Para la época en que se graduaron, las hermanas habían comenzado a hacer música como Krewella con su amigo de mucho tiempo Rainman. El trio incluso se hizo tatuajes idénticos para proclamar su compromiso con el proyecto. La estética intensa de la banda y sus sonidos abrasivos tenían un marcado contraste con los piadosos valores de mezquita que pregonaban apenas unos años antes. "Cuando comenzamos a salir de gira, teníamos 19 y 21," comenta Jahan. "Era algo nuevo y emocionante." El álbum debut del grupo, Get Wet, con su temática de alcohol y excesos, llegó al #1 en la lista dance de Billboard en el 2013. "Habiendo estado limitada toda mi vida, era la primera vez que me sentía libre como un ave," menciona Yasmine. "Como si pudiera hacer todo lo que yo quisiera."

Jai Wolf en vivo // Foto por: Loren Wohl.

Las drogas, algo común en la música dance, son consideradas como impensables por muchos padres surasiáticos. Beber está completamente prohibido en el Islam e incluso muchas familias desi occidentalizadas, a lo largo de múltiples regiones, rehuirán, se esconderán o fruncirán el ceño con la idea de "salir de fiesta"—una práctica en el centro de toda la música dance. Reconciliar su vida en la música dance con los ideales conservativos de sus padres es un reto que muchos chicos desi en la escena deben considerar.

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"Es raro porque Krewella publicó mucho contenido que estaba fuertemente centrado alrededor de la fiesta, pero nuestros padres realmente no hablaron de eso con nosotras," admite Jahan. Las Yousafs tuvieron suerte. "Hay dos tipos de padres inmigrantes," menciona Saha. "Está el tipo que es completamente obvio con cualquier cosa que este sucediendo y el otro tipo que está en tu onda. Yo tuve del segundo tipo."

"Mi papá era como, 'veo que hay problema con el molly en estos festivales," Saha recuerda. Siendo el hijo de dos físicos, él sabía que no podía ocultar su identidad con sus padres, así que prefirió ser directo. "Traté de ser lo más abierto posible con ellos," comenta. "Le dije a mis padres que fumaba hierba. Ahora que lentamente se está legalizando, no les importa mucho, especialmente después de que [el doctor ganador del Emmy] Sanjay Gupta diera su aprobación algunos meses atrás."

El tema sobre los padres siendo más abiertos con la edad es de hecho muy común entre los productores desi. Vean al papá de Krewellla por ejemplo: "Nuestro papá viene a nuestros shows," menciona Yasmine. "¡Los ama! Ha ido a EDC tres años seguidos. Permanece despierto hasta las 5AM con nosotras. Ama a Martin Garrix. En el backstage de Coahella, fue con él y le dijo '¡Soy el papá de Krewella!'"

Atish // Foto por: Galen Oakes.

Escoger que valores como inmigrante debes retener en tu vida occidental, la vida estadounidense es un fuerte reto entre las familias de tercer mundo. Para hacer más complicado el problema, muchos surasiáticos jóvenes también luchan con el estereotipo de "modelo de minoría", una forma de discriminación basada en rasgos generalmente considerados positivos—desarrollo escolar, tradiciones morales y familiares—que encasillan a las personas dentro de las estructuras de identidad prescritas. Vale decir que, permanecer toda la noche despierto mezclando y de fiesta con música house cada noche de la semana no encaja con el modelo.

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"Definitivamente tuve que lidiar con sentimientos de insuficiencia y de duda pues iba en contra de lo que la sociedad esperaba de un hindú. "—DJ Atish

Nadie entiende mejor esto que DJ Atish de San Francisco, un emergente de la polvosa cultura del tech house proveniente de Burning Man. "La mayor parte de mi vida, fui la personificación del estereotipo de modelo de minoría," explica. "Mis padres inmigraron de la India a principios de los 80s. Soy el hijo de un ingeniero electricista, me iba bien en la escuela, estudié ciencias de la computación en una buena universidad y trabajé como ingeniero de software por 10 años después de graduarme. Para completar el estereotipo de Hindú-Estadounidense, fui forzado a tocar el violín a una edad muy joven y también estuve en el equipo de matemática de la preparatoria."

Fue apenas en este año que Atish cambió de rostro y dejo su rol de ingeniería para convertirse en DJ de tiempo completo, mostrando un acto de rebelión para un buen chico desi. "Esta era la primera vez que me liberé del estereotipo de modelo de minoría," comenta Atish. "Definitivamente tuve que lidiar con sentimientos de insuficiencia y de dudas pues iba en contra de lo que la sociedad esperaba de un hindú y esos sentimientos aún llegan a presentarse."

Chris Gavino y Aseem Mangoakar de Hotel Garuda.

En mayor parte, estos momentos de duda y confusión familiar siguen siendo un asunto privado; para productores descendientes de surasiáticos, son hechos más o menos universales de la vida que se topan con algunas peculiaridades desi. Es en público donde las relaciones raciales juegan un papel. Y mientras los actos racistas son cada vez más raros de lo que eran tras el atentado del 9/11, las micro-agresiones y el racismo latente son parte de la vida diaria de los músicos desi.

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Hotel Garuda, el dúo formado por el filipino Chris Gavino y el hindú Aseem Mangoakar, se conoció en una escuela estadounidense en Jakarta algunos años atrás. Al igual que Jai Wolf, el éxito colosal de sus producciones en SoundCloud los llevó a una gira de tiempo completo el año pasado. Un poco antes; sin embargo, Mangoakar—quien se presenta solo como Candle Weather y vive en Los Ángeles—sufrió ser de esta penetrante minoría de artistas que a veces se enfrentan con al fuertemente dominado por blancos mundo del EDM.

"Toqué un show en Chicago en The Mid con AC Slater," recuerda Mangoakar. "Ibamos de vuelta al cuarto verde tras haber tocado para recoger mi mochila y antes de llegar ahí el guardia me pidió verificar mi identidad. No se si el sabía que yo tocaba esa noche, pero le pareció sospechosa mi presencia. Me preguntó que había en mi mochila para probar que era mía. Estaba algo intoxicado en ese momento y no pensé en ello, así que sólo proseguí."

Una vez dentro, Mangoakar momentáneamente olvidó el hecho de que el guardia de seguridad lo había hecho pasar un mal rato porque no podía creer que un moreno podía ser headliner de una fiesta—hasta que el guardia abrió su boca para preguntar: "¿Te apellidas Patel? Porque se que hay muchos de ellos."

"No pensé en eso hasta el día siguiente," recuerda Mangoakar, "pero eso fue algo muy racista ahora que lo pienso. No creo que haya sido malintencionado, pero demuestra que el racismo está muy institucionalizado y que ya no piensas en las micro-agresiones como algo incomodo para la gente.

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Yasmine de Krewella en el Ultra Music Festival, 2014.

Es un curioso caso donde la sociedad da prioridad a la discriminación de unos sobre la de otros, el montón de conversaciones en los medios alrededor de Yasmine y Jahan de Krewella se ha centrado en su género y no en su lugar de origen. "Nadie nos pregunta sobre nuestro origen pakistaní," menciona Jahan, aunque el dúo asegura que son constantemente bombardeadas con preguntas sobre su género, hasta el punto del cansancio.

Ambos problemas se presentaron el año pasado, cuando las hermanas se separaron de Rainman, el miembro original y principal productor. Los fans de Krewella las apoyaron, pero quienes apenas las conocían las llenaron de negatividad en las redes sociales. Es especulativo sugerirlo, pero estoy seguro que el problema fue amplificado por muchos hombre heterosexuales blancos por el hecho de que dos personas de la minoría, mujeres, habían establecido patrones de dominio sacando al chico blanco.

"La mayoría de la gente no sabe lo qué es una micro-agresión y si cometen una, es poco probable que le llamen la atención."—Hotel Garuda's Aseem Mangoakar

La naturaleza de la ira expresada se vislumbra en la forma en que la discriminación moderna funciona: muy seguidas, tranquilas y desapercibidas, pero capaces de explotar ante el público con un fácil tweet.

Para Aseem Mangoakar de Hotel Garuda, instancias como al anterior proveen una importante oportunidad de levantar el volumen sobre lo que pocas veces se comenta. "Hay un estado histórico de opresión en el cual viven las minorías," menciona. "Está cambiando, lentamente pero de forma segura, aunque sigue siendo algo que la gente merece conocer. La mayoría [de la gente] no sabe lo qué es una micro-agresión y si cometen una, es poco probable que le llamen la atención.

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Mangoakar continúa con su propio consejo: "Chris y yo, ambos somos morenos. Si ambos fuéramos altos, heterosexuales, atractivos y blancos, habría definitivamente una diferencia en nuestros pagos y en la publicidad que obtenemos, pero no voy a cambiar mi forma de ser. Nunca aceptaré un blanqueado para vender más discos."

Hotel Garuda en vivo en EDC Las Vegas, 2015.

Un blanqueado no es la única forma de "ennegrecer" la cultura pop. También existe lo opuesto, la práctica de cooptar la cultura surasiática.

El video de Major Lazer, DJ Snake y MØ para la canción "Lean On" fue probablemente el más famoso de la música dance en el 2015. Llegó al #1 en 17 países y lo pusieron hasta el cansancio en el escenario principal de los festivales todo el verano. El video filmado en la India e inundado de significados bollywoodenses, ya tiene casi un billón de reproducciones en YouTube.

A principios de este año, Diplo explicó la inspiración para el video: "La india es especial y su belleza me maravilló. Cuando fuimos de gira ahí con Major Lazer, fue asombroso ver la cantidad de fans y queríamos su actitud positiva en el video." Mientras tanto, el colaborador de la canción exagera sus emociones con los brazos entre un montón de bailarinas para luego continuar la fiesta en autobús con colores pastel.

"Muchos de mis amigos pensaron que era ofensivo," comenta Jai Wolf sobre el video. "No se discutió tan controversialmente sobre él como pensé que sucedería. Me gustaría darle al artista el beneficio de la duda. Creo que hay una línea entre la apreciación cultural y la apropiación. Hay una gran área gris."

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El video de "Lean On" no es abiertamente racista, y Diplo tiene una larga carrera importando formalmente novelescos y exóticos elementos culturales en su música. Pero cuando produjo Piracy Funds Terrorism para M.I.A. hace una década, él estaba presentando en pleno derecho una compleja imagen moderna de la identidad consiente de Maya Arulpragasam a través de su música. Comparado con eso, el video de "Lean On" sincera sus intenciones, se puede sentir simplista, hasta el punto de inadvertidamente satirizar la cultura que trata de celebrar.

El argumento podría ser que para alcanzar un billón de gente con un video musical, uno tendría que abastecer los más bajos denominadores comunes y un mensaje universal más simple. Un argumento similar no se puede hacer con la cultura burner, un espacio social para quienes sus miembros a veces toman motivos de la cultura india. En muchas de las escenas de loas llamados festivales "transformacionales", la gente viste un bindi en la frente y hace una sesión de yoga antes de meterse productos químicos y llegar a la pista de baile.

Miembros de la cultura burner han llevado la carga contra la apropiación de los penachos de los nativos americanos por los pasados años. El festival transformativo de West Coast, Lightning In A Bottle estuvo entre los primeros en prohibirlos. La causa ha sido tan exitosa que el una vez ubicuo decorativo neón se ha vuelto una rareza y las palabras "apropiación cultural" se han vuelto una moda en la escena dance.

Bindis en la moda de los festivales // via EDMofY

Desde entonces, los bindis han surgido como el atuendo para festival del día, reviviendo la pregunta sobre la apreciación cultural vs la apropiación. Atish es quizá uno de los mejores para comentar sobre el tema y su punto de vista en el proceso de liberarnos de los juicios. Para él, cómo o por qué alguien decide ponerse una joya en la frente es totalmente secundario a la gran imagen de lo que se podría aprender de estas conversaciones culturales.

"La cultura india está muy ligada a la espiritualidad," menciona. "En las últimas décadas, el oeste ha tomado gran interés en la forma de pensar hindú, mientras la yoga y la meditación se están volviendo populares. A pesar del cliché, la música house realmente es una cosa muy espiritual. Muchos bailarines están descubriendo que la experiencia meditativa de perderse en la música house en la pista de baile es otra forma para nosotros de estar en contacto con nuestra parte espiritual y convertirnos en mejores personas."

"El baile y el ritmo existen en su nivel más fundamental en el hinduismo," Atish continúa. "Desde cierta perspectiva, el profundo interés en la música dance que estamos viendo en el oeste justo ahora es quizá algo que los hindús han sabido todo este tiempo."

Skrillex en Supersonic Festival en India, 2014 // Foto por: Supersonic.

En las convenciones internacionales de la industria musical de todo el mundo, los pronunciamientos inspirados por Campari negociados junto a la piscina durante las sesiones de networking, corroboran lo que afirman con toda claridad los informes—la India tendrá la siguiente explosión de EDM a nivel mundial. Cada artista famoso está de gira por ahí y la India ha disfrutado de la cultura de festivales por mil años, aunque sin las particularidades de las luces estroboscópicas y David Guetta.

El éxito de eventos como Sunburn y Supersonic indica que la fuerte población de billones en la India ya está de fiesta con el EDM, mientras la aparición de festivales underground como Magnetic Fields (este año con Ratatat y DJ Koze como headliners), mandan un fuerte mensaje al underground internacional.

Aunque la India aún debe encontrar su propia estrella internacional, aspirantes surasiáticos ahora tienen puntos culturales de referencia en la escena estadounidense de donde comenzar a definirse. El camino marcado por aquellos como Yasmine, Jahan, Aseem, Sajeeb y Atish es uno que sugiere que no importa quién seas o quién quieras ser, no sólo hay espacio para ti en la pista de baile, también en los decks.

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